La tragedia del Estrecho también pasa por París

Francia mantiene relaciones privilegiadas con el reino de Mohamed VI

Marruecos es el destinatario lógico de una reclamación española del estilo ¡Basta de pateras! Sin embargo, la solución a la tragedia cotidiana en el Estrecho de Gibraltar pasa también por Francia, país de destino para una parte de los sin papeles que se juegan la vida. La Guardia Civil detiene a millares de ellos cada año, pero los expertos están convencidos de que muchos consiguen escapar y continuar viaje hacia otros puntos de Europa. Más de 4.000 personas sin documentos, procedentes de la parte sur de los Pirineos, caen cada año en manos de la policía francesa.

Difícilmente po...

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Marruecos es el destinatario lógico de una reclamación española del estilo ¡Basta de pateras! Sin embargo, la solución a la tragedia cotidiana en el Estrecho de Gibraltar pasa también por Francia, país de destino para una parte de los sin papeles que se juegan la vida. La Guardia Civil detiene a millares de ellos cada año, pero los expertos están convencidos de que muchos consiguen escapar y continuar viaje hacia otros puntos de Europa. Más de 4.000 personas sin documentos, procedentes de la parte sur de los Pirineos, caen cada año en manos de la policía francesa.

Difícilmente podría acusarse a España de no cerrar herméticamente el paso. Por ejemplo, nadie sabe muy bien lo que ocurre en las gigantescas instalaciones portuarias de Marsella, pero lo cierto es que convoyes de clandestinos llevan tres años atravesando el territorio francés para dirigirse a Reino Unido, a través del túnel bajo el Canal de la Mancha o como polizones en los barcos que zarpan de Calais.

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Unas 40.000 personas sin documentos han logrado pasar a territorio británico desde Francia en tres años. Unos barracones de la Cruz Roja en Sangatte, el pueblo situado junto a la embocadura francesa del Eurotúnel, han servido de escenario al trasiego diario de los que llegan sin documentación suficiente e intentan meterse en los trenes con destino a Londres. A medida que el centro se vacía, va llenándose otra vez con nuevos inmigrantes en situación irregular, dispuestos a entrar en la rueda.

'¿Por qué están aquí?', se preguntó en voz alta el ministro francés del Interior, Nicolas Sarkozy, asediado por las protestas del Gobierno de Tony Blair. Al final, las autoridades de Francia han aceptado un compromiso con Londres para acabar con este tráfico irregular.

La siguiente reclamación quizá sea la española. Francia no puede hacer la vista gorda al tráfico incontrolado de magrebíes y subsaharianos hacia la Unión Europea, origen del drama que se vive en el estrecho de Gibraltar y catalizador de no pocas tensiones políticas y sociales en el interior de la UE.

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Marruecos tiene la llave y nadie duda de que París mantiene relaciones privilegiadas con el reino de Mohamed VI. Durante el conflicto de la isla de Perejil, a finales de julio, el Gobierno francés rehusó apoyar a un socio político e importante cliente, como es España. París vetó una resolución de la UE favorable a la posición española y se refugió en la postura de espectador. 'Con lo cual hemos dejado el campo libre a Estados Unidos para que actúe de mediador en un problema y en una zona que no conocía', admite un diplomático francés bajo la cobertura del anonimato. Y añade: 'Ha sido un desastre para Europa'.

El Quai d'Orsay, el departamento francés de Exteriores, anunció el viernes la visita a París de la ministra española, Ana Palacio, para el martes próximo. Ella habla un francés tan bueno como excelente es el español de su colega, Dominique de Villepin. De modo que entre los dos no puede haber problemas de comprensión ni de interpretación, en caso de que las cuestiones de la inmigración irregular emerjan en un marco 'bilateral' y europeo. La agenda de la visita está confeccionada en términos muy abiertos, con puntos como 'lucha contra el terrorismo', 'enlaces transpirenaicos' o 'cuestiones europeas', según la información oficial del Quai d'Orsay.

Con este encuentro comenzarán los preparativos de la cumbre anual hispano-francesa, prevista para el 26 de noviembre en Málaga. La del año pasado, celebrada en Perpiñán, dio un fuerte impulso a la cooperación judicial antiterrorista entre los dos países y tanto el vicepresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, como el responsable del Interior, Ángel Acebes, multiplican los mensajes de agradecimiento a París por su eficacia en la detención de etarras.

La cooperación antiterrorista funciona bien. Los intereses comunes de Francia y España les han llevado a aliarse frente a la reforma de la pesca intentada por Bruselas, pero el escollo marroquí sigue pesando en la relación de vecindad.

Inmigrantes marroquíes llegan al puerto de Tarifa tras ser interceptados por la Guardia Civil.JOSÉ BIENVENIDO

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