JÓVENES Y ALCOHOL

La imprudencia al volante causa más accidentes entre los jóvenes que el alcohol

Los siniestros mortales de menores de 30 años crecen de forma alarmante en Guipúzcoa

Las conductas imprudentes al volante son la primera causa de siniestralidad de los jóvenes en carretera, por delante del exceso de velocidad y el consumo de alcohol u otras drogas. Los accidentes de tráfico en los que ha fallecido algún joven se han disparado de manera alarmante en los últimos años y representan el 41% del total, según un estudio oficial realizado en Guipúzcoa. Este porcentajes es incluso mayor en siniestros mortales ocurridos con ciclomotores (el 50%). El informe también concluye que las mujeres conducen de manera más prudente.

El estudio ...

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Las conductas imprudentes al volante son la primera causa de siniestralidad de los jóvenes en carretera, por delante del exceso de velocidad y el consumo de alcohol u otras drogas. Los accidentes de tráfico en los que ha fallecido algún joven se han disparado de manera alarmante en los últimos años y representan el 41% del total, según un estudio oficial realizado en Guipúzcoa. Este porcentajes es incluso mayor en siniestros mortales ocurridos con ciclomotores (el 50%). El informe también concluye que las mujeres conducen de manera más prudente.

El estudio Reflexiones sobre movilidad y siniestralidad vial juvenil en Guipúzcoa 2002, impulsado por el Servicio de Juventud de la Diputación de esta provincia, ofrece un diagnóstico de las conductas de los jóvenes al mando de vehículos a motor y presta una especial atención a las trágicas consecuencias que está causando el aumento del uso de coches y motocicletas en personas de 15 a 29 años. Las principales conclusiones del estudio son extrapolables a todo el País Vasco.

Los responsables del informe -Josu Benaito, geógrafo y técnico de transportes del Ayuntamiento donostiarra, y Edorta Bergua, sociólogo y técnico urbanista de la Diputación- concluyen que los jóvenes constituyen el sector social más implicado en accidentes de tráfico. Este fenómeno ha aumentado 'de manera alarmante' en los últimos años: 'En 1996, en el 13% de los accidentes mortales estuvieron implicados jóvenes de 18 a 25 años. En 2000, este porcentaje aumentó al 41%', afirmó Bergua. Según datos oficiales, en la UE la carretera se cobra la vida de más 14.000 jóvenes al año.

La mayoría de los accidentes se deben a fallos humanos y a una conducción imprudente, y, en menor medida, al exceso de velocidad y el consumo de alcohol u otras drogas. 'En contra del estereotipo que asocia los accidentes con el alcohol, la realidad es justamente la contraria', dice el estudio. No obstante, el 5,6% de los jóvenes que han ingerido estas sustancias están dispuestos a ponerse al volante. Este índice adquiere tintes 'inquietantes' porque los fines de semana son muchos los menores de 30 años que utilizan el coche y además comparten el riesgo con tres o más pasajeros.

Respecto a las imprudencias, el estudio concluye que los jóvenes adoptan conductas 'no racionales' en los vehículos a motor porque buscan 'nuevas sensaciones' y 'perciben peor los peligros a los que se exponen que las personas de más edad'. Sin embargo, la siniestralidad en las mujeres es 2,5 veces inferior porque 'son más prudentes' en la conducción. 'Los chicos asumen más riesgos porque pretenden demostrar su hombría', revela el informe.

Una mención especialmente trágica merecen los accidentes de motos, pues la mitad de los jóvenes de 15 a 17 años fallecen en accidentes de tráfico lo hacen en ciclomotores y el 21%, en motocicletas. Bergua precisó que en el periodo 1993-2000 el número de muertos en estos vehículos se incrementó un 130%.

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La intimidad del coche

'El 25% de los jóvenes españoles compra cada año coche o moto'. Este dato, según los autores del estudio, es una prueba del progresivo aumento de la 'motorización de la juventud'. Este segmento social 'abandona el transporte público, la marcha a pie y la bicicleta para pasar al automóvil' conforme aumenta la edad. Este fenómeno se debe, explicó Bergua, a las menores facilidades que ofrece el transporte colectivo para acudir al trabajo y está ligado al 'bloqueo emancipatorio' de los jóvenes. 'El dinero que no dedican al mantenimiento de su hogar lo destinan a la compra de bienes de consumo no básicos, como el coche o la moto', apunta el sociólogo.

Otra de las razones que explican el aumento de la compra y la utilización creciente del vehículo es el hecho de que los coches constituyen 'un cubículo que ofrece intimidad' en unas edades en las que, 'en muchas ocasiones, suele resultar difícil disponer de un espacio propio y discreto para mantener relaciones sexuales', afirmó Bergua.

Carnés bajo condiciones

Los autores del informe recomiendan conceder los permisos de conducir a los jóvenes de forma progresiva. La emisión de los carnés debería estar supeditada a la ausencia de infracciones durante un periodo de tiempo. Esta medida, destinada a hacer frente a la elevada siniestralidad vial entre la juventud, debería complementarse con campañas de concienciación sobre los riesgos que entraña la conducción y programas de orientación sobre la conducción nocturna durante los fines de semana para que uno de los ocupantes del coche no beba alcohol. El estudio aconseja a las instituciones que favorezcan el transporte público, con una mejor oferta de servicios de autobuses y trenes de cercanías. También juzgan conveniente incentivar la marcha a pie y el uso de la bicicleta para acudir a los centros educativos. Otras medidas como la creación del billete único para el transporte público, el abaratamiento del billete del autobús, la reducción de las tarifas para los desempleados y los estudiantes y el aumento del número de servicios nocturnos durante los fines de semana se citan en el texto como necesarios para 'promocionar una movilidad sostenible, económica y segura entre los jóvenes'.

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