Bertelsmann cierra su tienda de comercio electrónico BOL

Un juez de Estados Unidos rechaza la venta de Napster al grupo alemán

En otro significativo viraje tras la salida de Thomas Middel-hoff de la presidencia, en julio pasado, el grupo de comunicación alemán Bertelsmann, dirigido ahora por Günter Thielen, anunció ayer el cierre de su negocio de comercio electrónico BOL, cuyas operaciones en España ya habían finalizado en 2001. Desde ayer mismo, la portada en Internet de BOL Alemania ya no era accesible.

La compañía ahora 'explora opciones de salida' para ésta y otras filiales en Suiza, Holanda y Suecia, con un total de 140 empleados. Según informaciones de prensa, el competidor estadounidense Amazon estaría i...

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En otro significativo viraje tras la salida de Thomas Middel-hoff de la presidencia, en julio pasado, el grupo de comunicación alemán Bertelsmann, dirigido ahora por Günter Thielen, anunció ayer el cierre de su negocio de comercio electrónico BOL, cuyas operaciones en España ya habían finalizado en 2001. Desde ayer mismo, la portada en Internet de BOL Alemania ya no era accesible.

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La compañía ahora 'explora opciones de salida' para ésta y otras filiales en Suiza, Holanda y Suecia, con un total de 140 empleados. Según informaciones de prensa, el competidor estadounidense Amazon estaría interesado en adquirir parte del negocio. Otra opción mencionada ayer por un portavoz de Bertelsmann es vender BOL a sus actuales empleados.

En el comunicado distribuido ayer por la compañía se resalta que BOL apenas alcanzó a representar el 4% de la facturación de la división DirectGroup (cerca de 100 millones de euros en el ejercicio 2000-2001), cuyo principal negocio son los círculos de lectores. Bertelsmann nunca ha querido facilitar una cifra sobre cuánto le costó su incursión en el comercio electrónico. Debió de ser mucho, sin embargo: Middelhoff, gran defensor de la nueva era de Internet, subordinó BOL a los círculos de lectores, en una reorganización interna que tuvo lugar en la primavera de 2001.

Los argumentos citados en aquel entonces fueron repetidos ayer: para Bertelsmann, que ya hace años vendió con pingües beneficios su participación en AOL, el comercio electrónico tiene sentido no como negocio en sí, sino como vía de distribución para lo que la compañía llama 'comunidades' de consumidores que se agrupan en círculos de libros y música. Las únicas filiales que no se han visto afectadas por el cierre de BOL, de hecho, han sido las de Italia y China, ya integradas en este modelo de negocio bastante más tradicional.

La decisión tampoco afecta a la distribución de música en Internet en EE UU a través de BeMusic, subordinada a la discográfica BMG, ni a la participación en la librería electrónica estadounidense barnesandnoble.com. En este mismo país, un juez rechazó ayer la venta al grupo alemán de la compañía Napster, la cadena de distribución musical en la que el grupo Bertelsmann invirtió 103 millones de euros, y que, no obstante, tuvo que suspender pagos en mayo pasado, informa Efe.

Liquidación de Napster

Tras dos días de audiencias, el juez que administra la bancarrota de Napster, Peter Walsh, rechazó las condiciones de la operación por no considerar apropiada la participación de ex directivos de la empresa en la compra. En su corta declaración, Walsh reconoció que la decisión 'probablemente significará la liquidación de la empresa'.

La sociedad, cuyo servicio de intercambio de música no está activo desde julio del año pasado, fue una de las estrellas de Internet y supuso una revolución en el mundo de la música digital, al llegar a contar con más de 80 millones de usuarios. El grupo alemán había llegado a un acuerdo con los directivos de Napster el 17 de mayo que ahora ha sido anulado por el juez. 'Aceptamos la decisión de la Corte y la compra no tendrá lugar', señaló ayer Bertelsmann.

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