EL TIEMPO | REVISTA DE PRENSA

Ojo con los 'ojos y oídos'

El apoyo ciudadano en la lucha contra la violencia de todos los tintes hay que ganárselo, no decretarlo. (...)

Una de las piezas de la estrategia de seguridad democrática planteada por el actual Gobierno es enrolar a cerca de un millón de informantes para que, mediante recompensas y otros mecanismos, denuncien ante las autoridades a guerrilleros y autodefensas. (...) Es cierto que hace falta que la población apoye mucho más al Estado en su lucha contra la violencia. ¿Quién puede negarse a avisar de un sospechoso carro estacionado frente a su casa? Más que el fomento de la colaboración c...

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El apoyo ciudadano en la lucha contra la violencia de todos los tintes hay que ganárselo, no decretarlo. (...)

Una de las piezas de la estrategia de seguridad democrática planteada por el actual Gobierno es enrolar a cerca de un millón de informantes para que, mediante recompensas y otros mecanismos, denuncien ante las autoridades a guerrilleros y autodefensas. (...) Es cierto que hace falta que la población apoye mucho más al Estado en su lucha contra la violencia. ¿Quién puede negarse a avisar de un sospechoso carro estacionado frente a su casa? Más que el fomento de la colaboración ciudadana, lo que está en cuestión son los mecanismos mediante los cuales pretende lograrla un Estado. (...)

Reclutar 20.000 soldados de medio tiempo (con el proyecto de aumentarlos a 100.000), más allá de si se llevan o no el fusil a sus casas, y pagar a un millón de personas para que avisen de movimientos o personas sospechosas, plantea serios interrogantes. Puede convertir a las víctimas de la violencia en protagonistas y al conflicto en guerra. ¿Quién va a definir qué es 'sospechoso' en un país sumergido en la violencia? (...)

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El otro gran interrogante es sobre la capacidad del Estado para reaccionar con efectividad a la avalancha de delaciones que, sin duda, vendrá. (...)

De ese tamaño es el dilema que enfrentamos. Ojo con reducirlo a pagar un salario mínimo a un millón de 'ojos y oídos' para dar apoyo a un Estado que da de todo, salvo motivos para hacerlo.

Bogotá, 30 de agosto

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