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(...) Kofi Annan, el secretario general de la ONU, por fin ha hecho público su informe sobre la batalla de Yenín, el campo de refugiados de Cisjordania, del pasado mes de abril, donde los palestinos acusaron a los israelíes de masacrar a 500 civiles. Concluye que aunque israelíes y palestinos fueron culpables igualmente de romper algunas de las normas de la guerra, no hubo masacre. Todas las acusaciones sobre los 500 muertos (...) no han sido más que desatinos.

Ahora parece que el número de palestinos muertos fue de 52, de los cuales no combatientes eran (...) unos 20, según varias orga...

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(...) Kofi Annan, el secretario general de la ONU, por fin ha hecho público su informe sobre la batalla de Yenín, el campo de refugiados de Cisjordania, del pasado mes de abril, donde los palestinos acusaron a los israelíes de masacrar a 500 civiles. Concluye que aunque israelíes y palestinos fueron culpables igualmente de romper algunas de las normas de la guerra, no hubo masacre. Todas las acusaciones sobre los 500 muertos (...) no han sido más que desatinos.

Ahora parece que el número de palestinos muertos fue de 52, de los cuales no combatientes eran (...) unos 20, según varias organizaciones de derechos humanos. (...) Y aunque la matanza de más de 20 civiles no es un asunto banal, el informe de Annan acepta que esas muertes se produjeron durante una cruenta batalla entre soldados isrealíes, de los cuales 23 fueron asesinados, y más de 200 palestinos armados. (...)

En resumen, Israel tiene razón cuando dice que fue acusado falsamente de cometer una masacre en Yenín. Pero, por supuesto, hay muchas personas que afirman que eso no debe hacer olvidar las numerosas tropelías que Israel está cometiendo en los territorios ocupados.

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¿Qué justificación puede haber para este comportamiento? Para muchos israelíes, la respuesta es sencilla. Para combatir a un enemigo que no observa ninguna regla, Israel también tiene que romper las reglas. A diferencia del combate en Yenín, y como organizaciones como Amnistía Internacional han reconocido con retraso, los ataques suicidas palestinos son claros crímenes de guerra. (...)

Londres, 8 de agosto

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