La lluvia de estrellas fugaces más importante del año podrá verse en la madrugada del 12 al 13

Casi 100 fragmentos por hora cruzarán el cielo durante el periodo de máxima actividad

Las perseidas, la lluvia de estrellas fugaces más importante del año, encontrarán en la noche del 12 al 13 de agosto su momento de máxima actividad. Hace cinco años que esta lluvia meteórica no puede observarse con claridad debido a la luz de la luna llena. Este año, en cambio, la ausencia de luz lunar permitirá a los observadores, tanto profesionales como aficionados, ver desde varias provincias andaluzas las casi 100 estrellas fugaces que cada hora cruzarán el cielo durante este ciclo. Los espacios abiertos serán el mejor escenario para contemplar las estrellas.

En la antigüedad, se c...

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Las perseidas, la lluvia de estrellas fugaces más importante del año, encontrarán en la noche del 12 al 13 de agosto su momento de máxima actividad. Hace cinco años que esta lluvia meteórica no puede observarse con claridad debido a la luz de la luna llena. Este año, en cambio, la ausencia de luz lunar permitirá a los observadores, tanto profesionales como aficionados, ver desde varias provincias andaluzas las casi 100 estrellas fugaces que cada hora cruzarán el cielo durante este ciclo. Los espacios abiertos serán el mejor escenario para contemplar las estrellas.

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En la antigüedad, se creía que las estrellas fugaces eran eso, estrellas; sin embargo, la ciencia ha demostrado que son sólo pequeños fragmentos de cometas que, al entrar en contacto con la atmósfera terrestre, se encienden y se desintegran apareciendo como espectaculares trazos luminosos en el cielo. La mayoría de estos restos interplanetarios son del tamaño de una lenteja o de un grano de arroz, pero pueden producir destellos impresionantes debido a la velocidad con la que entran en la atmósfera, que puede llegar a ser hasta de 72 kilómetros por segundo.

Las perseidas, también conocidas como las lágrimas de San Lorenzo, constituyen la lluvia de estrellas que más interés despierta entre los curiosos del cielo. Toman su nombre de la constelación de Perseo, próxima al polo norte, y según el presidente de la Asociación Astronómica de España, Miguel Gilarte Fernández, forman la más importante lluvia meteórica de las 134 que existen actualmente catalogadas para cada año.

Después de varios años sepultadas por la luz lunar, que ha hecho que su visión fuese casi imperceptible, estos pequeños fragmentos espaciales se mostrarán en todo su esplendor a las 00.30 horas del 12 al 13 de agosto, según lo previsto. Será entonces cuando la órbita del cometa Swft-Tuttle 1862 III, del que proceden, atraviese la órbita de la Tierra desperdigando los restos que arrastra por la atmósfera del planeta azul.

'Es muy probable que durante una hora de observación el número de estrellas fugaces visibles ronde el centenar -dice Gilarte-. No obstante, es poco probable que una sola persona pueda llegar a contar este número, porque es imposible abarcar la bóveda celeste de una sola vez'.

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Observación óptima

Para una observación óptima, el presidente de la Asociación Astronómica de España asegura que lo mejor es ir al campo o a la sierra, ya que las luces de las grandes ciudades hacen que la visión de estrellas fugaces sea prácticamente imposible. 'Hay que buscar un sitio lo más oscuro posible, porque cuantas más luces tengamos a nuestro alrededor menos estrellas veremos', dice.

La observación debe hacerse a simple vista, puesto que los prismáticos y telescopios tienen un campo de visión demasiado reducido y su utilización resultaría inútil. Para abarcar el mayor número posible de estrellas fugaces, Gilarte propone que se observen en grupos de varias personas que, tumbadas en el suelo, deberán repartirse a trozos el firmamento.

Los amantes del espacio y sus elementos, tanto expertos como aficionados, tendrán en esta lluvia la oportunidad de ser testigos de un gran espectáculo celeste. Así, luces blancas, azules y anaranjadas, de distinta magnitud y brillo, cruzarán el cielo a gran velocidad dejando, aunque sea por unos segundos, que su estela se queda grabada en las retinas de todos los que quieran observarlas. Sevilla, Córdoba y Cádiz serán buenos observatorios.

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