Los residuos se extienden a las playas del norte del Maresme
Los residuos sólidos que durante los últimos días han afectado al litoral del Maresme como consecuencia de los temporales de la semana pasada se desplazaron ayer a las playas del norte de la comarca. Entre Calella de la Costa y Malgrat de Mar se izó la bandera roja, que prohíbe el baño, a medida que avanzaba la mancha de suciedad. Pese a las recomendaciones de no entrar en el agua de los socorristas de Cruz Roja y los agentes de la Policía Local, muchos turistas no renunciaron a bañarse sorteando toda clase de basura, ante la mirada atónita de los bañistas locales.
La presencia de resid...
Los residuos sólidos que durante los últimos días han afectado al litoral del Maresme como consecuencia de los temporales de la semana pasada se desplazaron ayer a las playas del norte de la comarca. Entre Calella de la Costa y Malgrat de Mar se izó la bandera roja, que prohíbe el baño, a medida que avanzaba la mancha de suciedad. Pese a las recomendaciones de no entrar en el agua de los socorristas de Cruz Roja y los agentes de la Policía Local, muchos turistas no renunciaron a bañarse sorteando toda clase de basura, ante la mirada atónita de los bañistas locales.
La presencia de residuos sólidos sorprendió a técnicos de la Agencia Catalana del Agua (ACA), quienes, sin contar con el efecto de las corrientes marinas, aseguraron el lunes tenerlos controlados. Fuentes de este organismo apuntaron, sin embargo, que la suciedad se está reduciendo y que las 12 embarcaciones que sanean el litoral continuarán trabajando para restablecer la normalidad cuanto antes. Entre el fin de semana y el lunes, los equipos de limpieza de la ACA han recogido 76 metros cúbicos de residuos. Para el próximo fin de semana, el Servicio Meteorológico del Maresme ha anunciado lluvias que podrían originar nuevas riadas.
A la actual temporada de baño, marcada por el mal tiempo, ayer se sumó el pesimismo de la organización ecologista Greenpeace, que presentó un informe sobre el estado del litoral español. El estudio alerta de la 'fragilidad del litoral catalán, salpicado de barreras artificiales que le han impedido defenderse de las inclemencias del tiempo'.