Piaggio cerrará su planta de Madrid para trasladar la producción de motocicletas a Italia y a Barcelona

La compañía italiana de fabricación de motocicletas Piaggio, fabricante de la mítica Vespa, comunicó ayer a los representantes de los 103 trabajadores de su factoría de Arganda del Rey (Madrid) el inminente cierre de la planta y el traslado de la producción a las sedes de Pontedera en Italia y a la planta de producción de la marca Derby en Martorell (Barcelona). El cierre de la planta de Arganda afectará a un total de 103 empleados. Los representantes de los trabajadores han sido citados por la empresa para el próximo 2 de septiembre con el fin de negociar una salida airosa de la...

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La compañía italiana de fabricación de motocicletas Piaggio, fabricante de la mítica Vespa, comunicó ayer a los representantes de los 103 trabajadores de su factoría de Arganda del Rey (Madrid) el inminente cierre de la planta y el traslado de la producción a las sedes de Pontedera en Italia y a la planta de producción de la marca Derby en Martorell (Barcelona). El cierre de la planta de Arganda afectará a un total de 103 empleados. Los representantes de los trabajadores han sido citados por la empresa para el próximo 2 de septiembre con el fin de negociar una salida airosa de la multinacional. El cierre no afectará, sin embargo, a los 44 trabajadores del departamento comercial con sede en la capital de España. La decisión de cerrar la factoría de Arganda tuvo lugar la semana pasada tras una reunión del consejo de administración del que forman parte, como accionistas mayoritarios, el Deutsche Bank, con el 82% de las acciones; Fiat, con un 10%, y el grupo norteamericano Texas Pacific Blue, con un 8%.

La empresa Piaggio arrastra una crisis financiera desde 1999, cuando tuvo que despedir a más de 200 trabajadores y deshacerse de suelo propio y de una de sus plantas en Madrid. En enero de 2001 el presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, inauguraba las nuevas instalaciones de Piaggio en Arganda, pero sólo un año más tarde la empresa pactaba con los trabajadores una reducción laboral y salarial para abandonar la precariedad financiera. Las penurias económicas de la multinacional no sólo fueron para su planta de Madrid; en la sede central de la empresa, en Pisa (Italia), 300 de los 4.500 trabajadores tuvieron que acogerse a un plan de prejubilaciones anticipadas y bajas incentivadas, y en la factoría de la marca española Derby, recién adquirida por Piaggio, 74 de los 410 trabajadores se acogieron a prejubilaciones y bajas incentivadas, y el resto, 337, afrontaron una suspensión temporal de contratos.

El grupo culpa de la situación al descenso en las ventas de ciclomotores y la fuerte subida de los seguros para estos vehículos. 'De los 150 euros que costaba este seguro en 1997, se ha subido a los 450 actuales', explicó un portavoz de la empresa, que matizó, además, que el aumento del IVA de un 7% a un 16% y su repercusión en precio final de los ciclomotores 'se convierten en un lastre para los posibles compradores'.

Los sindicatos no lo ven de la misma forma. 'Las razones de mercado alegadas por la empresa no son ciertas', afirman desde Comisiones Obreras. 'Esta planta sería rentable si se cumpliera la producción fijada de 35.000 vehículos por año, pero se han llevado esa producción a Italia. Se trata, en realidad, de una descapitalización premeditada', afirma Pedro Molina, presidente del comité de empresa.

Dotada con una inversión de 2.000 millones de pesetas, la factoría de Piaggio Arganda fue concebida para producir 100.000 vehículos al año y proporcionar trabajo a cerca de 300 personas.

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