Homenaje
El pasado junio, en El Viso, asistí a la fiesta fin de curso del IES Cecilio Jiménez. Todo habría sido normal si no hubiese sido por la actitud autoritaria, prepotente y dictatorial con la cual la dirección se dirigió a un grupo de 40 o 50 alumnos, donde por cierto no faltó también el apoyo de algunas madres. Los alumnos, en dos ocasiones quisieron subir al escenario para hacer entrega de un recuerdo a un profesor; pues bien, el director no sólo se opuso, sino que vi cómo empujaba a los alumnos que pretendían subir, al tiempo que veía a una madre impotente casi llorar por no poder hacer valer ...
El pasado junio, en El Viso, asistí a la fiesta fin de curso del IES Cecilio Jiménez. Todo habría sido normal si no hubiese sido por la actitud autoritaria, prepotente y dictatorial con la cual la dirección se dirigió a un grupo de 40 o 50 alumnos, donde por cierto no faltó también el apoyo de algunas madres. Los alumnos, en dos ocasiones quisieron subir al escenario para hacer entrega de un recuerdo a un profesor; pues bien, el director no sólo se opuso, sino que vi cómo empujaba a los alumnos que pretendían subir, al tiempo que veía a una madre impotente casi llorar por no poder hacer valer el derecho a la libertad de expresión de su hijo, propio de otros tiempos.
El acto, contra todo protocolo, se hizo fuera del escenario y una valiente madre, junto con los alumnos, decidieron entregar una preciosa placa de recuerdo al profesor, ¡todo un gesto democrático!
Puedo decir que me impactó. Pregunté a un niño y me dijo: 'Es un maestro al que todos queremos, de lo mejor del instituto, los otros maestros le tienen manía'.
Espero, y creo que así será, que la delegada de Educación en Córdoba tomará interés en este asunto, por el bien de los alumnos y del profesor afectado.