Siete rumanos, detenidos por robos en localidades del sur de la Costa Brava

Una operación policial realizada por los Mossos d'Esquadra en un establecimiento hotelero del Maresme se saldó, el pasado martes, con un total de 34 personas de nacionalidad rumana -14 mujeres y 20 hombres de entre 18 y 53 años- conducidas a las dependencias de la comisaría de Blanes. Siete de los ciudadanos rumanos acabaron detenidos por los delitos de falsificación documental y robo.

Cuatro de los integrantes del grupo fueron puestos en libertad sin cargo alguno, mientras que un total de 22 personas con irregularidades en sus documentaciones pasaron a disposición del Cuerpo Nacional d...

Una operación policial realizada por los Mossos d'Esquadra en un establecimiento hotelero del Maresme se saldó, el pasado martes, con un total de 34 personas de nacionalidad rumana -14 mujeres y 20 hombres de entre 18 y 53 años- conducidas a las dependencias de la comisaría de Blanes. Siete de los ciudadanos rumanos acabaron detenidos por los delitos de falsificación documental y robo.

Cuatro de los integrantes del grupo fueron puestos en libertad sin cargo alguno, mientras que un total de 22 personas con irregularidades en sus documentaciones pasaron a disposición del Cuerpo Nacional de Policía para iniciar los trámites de expulsión. Los rumanos formaban una especie de gran banda dedicada a los pequeños delitos y hurtos, puesto que, según la policía autonómica, el grupo estaba integrado por más de 40 personas que tenían las mismas pautas de conducta.

Los Mossos d'Esquadra se presentaron por sorpresa, el pasado martes de buena mañana, en el establecimiento hotelero de Malgrat de Mar (Maresme). Según los datos de los investigadores policiales, allí se alojaba un buen número de ciudadanos rumanos que la policía vincula a un incremento de hurtos y robos en la vía pública. Estos delitos se vienen produciendo principalmente en las localidades de Lloret de Mar, Tossa de Mar y Blanes. Según fuentes de la policía autonómica, los delincuentes rumanos aprovechaban las grandes concentraciones humanas -mercados, zonas comerciales, etcétera- para poner en práctica estrategias como la del 'falso policía' o el 'lazo libanés'. La primera estratagema se basa en el uso de unos carnets falsos de policía. El supuesto policía pide la documentación a sus víctimas y después, fingiendo que sale en busca de un delincuente, huye con la cartera o el bolso. El sistema del 'lazo libanés' se lleva a cabo en los cajeros automáticos. Los delincuentes superponen una falsa boca de plástico provista de una lengüeta que no permite recuperar la tarjeta de crédito introducida por su propietario. Uno de los integrantes de la banda recomienda al usuario que introduzca varias veces su número de identificación personal (PIN), de manera que puede memorizarlo perfectamente. Cuando el dueño de la tarjeta se da por vencido y se aleja, los delincuentes tiran de la lengüeta, normalmente mediante unas pinzas, y consiguen hacerse con la tarjeta. Inmediatamente, utilizando el número secreto, proceden a sacar todo el dinero posible.

Durante la toma policial del hostal, casi enteramente ocupado por rumanos, los Mossos pudieron reunir un total de 34 personas que, o bien presentaban irregularidades en sus documentos de identidad, o bien carecían de ellos. Todas ellos fueron conducidas a las dependencias de la comisaría de Blanes para proceder a una comprobación más pormenorizada. Las 22 personas en situación irregular han pasado a disposición del Grupo de Extranjería de la Policía Nacional, que ha iniciado los trámites para abrirles un expediente de propuesta de expulsión. Seis de los siete detenidos tenían numerosos antecedentes. Todos han pasado a disposición del juzgado de guardia de Blanes. Los Mossos d'Esquadra intentan relacionar a este grupo con otros delitos cometidos en la Costa Brava.