La patronal evita valorar el impacto económico de las dos jornadas de huelga

El Parlamento vasco insta al Gobierno central a que derogue el 'decretazo'

Los empresarios vascos mantuvieron ayer absoluto silencio sobre el balance de la doble jornada de huelga general en Euskadi. Antes del paro, la patronal criticó duramente que en Euskadi hubiera dos convocatorias por los efectos sobre la actividad de las empresas. Tras el paro, su reacción se ha limitado a dar la cifra de seguimiento: no quiere valorar el coste y prefiere pasar página. Fue precisamente en el sector industrial donde tuvo mayor incidencia la huelga, tanto el 19 como el 20. El Parlamento, con los votos de todos los partidos, salvo el PP, instó ayer al Gobierno central a que derogu...

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Los empresarios vascos mantuvieron ayer absoluto silencio sobre el balance de la doble jornada de huelga general en Euskadi. Antes del paro, la patronal criticó duramente que en Euskadi hubiera dos convocatorias por los efectos sobre la actividad de las empresas. Tras el paro, su reacción se ha limitado a dar la cifra de seguimiento: no quiere valorar el coste y prefiere pasar página. Fue precisamente en el sector industrial donde tuvo mayor incidencia la huelga, tanto el 19 como el 20. El Parlamento, con los votos de todos los partidos, salvo el PP, instó ayer al Gobierno central a que derogue el decretazo.

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Ayer fue un día de silencios. Ni el Gobierno, ni la patronal, ni los sindicatos ELA y LAB entraron a valorar las jornadas de huelga general. Para todos ellos estaba todo dicho. La patronal Confebask, que dejó anteayer en manos de sus territoriales la valoración de la participación, prefirió pasar página y 'seguir trabajando'.

Sin embargo, CC OO acusó al secretario general de ELA, José Elorrieta, al consejero de Justicia, Empleo y Seguridad Social, Joseba Azkarraga, y al presidente Aznar han formado una 'unidad de acción contra la huelga del 20-J'. Según el sindicato que dirige Josu Onaindi, ELA, con el 'recuento' del seguimiento que ofreció de la jornada de paro convocada por los sindicatos confederales, se ha situado 'codo con codo con las posiciones más reaccionarias', 'al igual que ha hecho Aznar o Azkarraga'. La central mayoritaria señaló el jueves que el llamamiento a la huelga de CC OO y UGT había tenido una incidencia inferior al 10% en la industria.

En opinión de Comisiones, ELA y el consejero han puesto tanto interés en devaluar el paro del 20-J que ello por si sólo 'certifica el éxito de convocatoria de la misma en el ámbito laboral'. Además, CC OO considera sorprendente la 'esquizofrenia' del consejero Azkarraga al señalar, por un lado, la necesidad de impulsar el diálogo social para superar la división sindical y, por otro, 'atizar esa división con sus afirmaciones, para a continuación, en otra pirueta, sumar los dos paros y tratar de situarlos contra el PP'. Por todo ello, la central de Onaindi advirtió al lehendakari Juan José Ibarretxe de que 'tiene un importante problema con un consejero que alimenta la confrontación sindical (...), lo que le inhabilita para la necesaria concertación entre los agentes sociales'.

'Injusto e ineficaz'

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Tras dos días sin actividad que, curiosamente, coincidieron con la doble jornada de huelga, el Parlamento debatió ayer del decretazo aprobado por el Gobierno del PP para aplicar la reforma de las prestaciones por desempleo. Con los votos de PNV, EA, IU-EB, PSE-EE y Batasuna, la Cámara vasca instó al Gobierno central a derogar el decreto, por ser 'injusto e ineficaz y no mejorar el empleo'. En el primero de los puntos del texto aprobado, apoyado por los votos de los cinco partidos citados, se pide la derogación del decreto. El segundo y el tercer punto fueron aprobados sólo con los votos del tripartito, y en ellos se demanda un marco vasco de relaciones laborales, las transferencias pendientes en esta materia, así como la apertura de un proceso de negociación entre el Gobierno central, los sindicatos y las comunidades autónomas.

La socialista María Teresa Rodríguez de Barahona calificó la aprobación del decreto por parte del Ejecutivo Aznar como 'un absoluto gesto de chulería y de prepotencia' y rechazó la reforma por ser 'profundamente injusta y antisocial'. María Isabel Sola (PNV) consideró que la normativa aprobada por el PP es 'inconstitucional' y la definió como 'una aberración ética, política y jurídica'. Desde el PP, Fernando Maura defendió la actuación del Gobierno central y argumentó que éste 'se encontró con la negativa al diálogo de los sindicatos, de las comunidades autónomas presididas por el PSOE y, por supuesto, con la de la comunidad autónoma vasca'.

Antton Morcillo (Batasuna) defendió la necesidad de dar 'una respuesta en clave de soberanía a la imposición de Aznar' y acusó al consejero de Empleo, Joseba Azkarraga, de 'haber hecho el juego sucio al PP ayer', por 'haber mentido sobre los datos de incidencia de la huelga general'. Nekane Alzelai (EA) dejó claro que su formación no apoyará ninguna medida que no nazca de un pacto con los agentes sociales o que 'vaya a reducir los derechos de los trabajadores' como, según dijo, provoca el decreto. Oscar Matute (IU-EB) criticó al PP por 'haber dado un paso más en la desestabilización sistemática de un sistema de prestaciones sociales ya precario'.

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