Bilbao arte recuerda la estética del artista de 'performance' Leigh Bowery

Sus trajes rememoran la 'movida' londinense de los años 80

Leigh Bowery (Sunshine, Australia, 1961-Londres, 1994) hizo de la noche londinense de los años 80 el escenario de sus performances. Sin pudor y con un espíritu trasgresor utilizó su cuerpo como soporte de sus actuaciones, vistiéndose y desnudándose. Bilbao arte inauguró ayer una exposición en la que recoge los imaginativos y provocadores disfraces que utilizaba, junto a imágenes que evocan su ambiente.

Tres fotografías de gran formato a todo color reciben a los visitantes en la sala de exposiciones de Bilbao arte (Urazurrutia, 32). El rostro maquillado en exceso de Bowery, rodea...

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Leigh Bowery (Sunshine, Australia, 1961-Londres, 1994) hizo de la noche londinense de los años 80 el escenario de sus performances. Sin pudor y con un espíritu trasgresor utilizó su cuerpo como soporte de sus actuaciones, vistiéndose y desnudándose. Bilbao arte inauguró ayer una exposición en la que recoge los imaginativos y provocadores disfraces que utilizaba, junto a imágenes que evocan su ambiente.

Tres fotografías de gran formato a todo color reciben a los visitantes en la sala de exposiciones de Bilbao arte (Urazurrutia, 32). El rostro maquillado en exceso de Bowery, rodeado por sus compañeros de los clubes londinenses, apunta a lo que se encontrarán en el interior de la exposición. La muestra recoge el legado conservado por la viuda de Bowery como testimonio de un artista que cruzaba los límites entre el mundo del arte, la moda y el ambiente de la movida de Londres, en el que reinó desde principios de los 80 hasta poco antes de su muerte.

Diez maniquíes exhiben los trajes con los que Bowery se disfrazaba en sus performances, siempre al servicio de la diversión. Son vestidos cargados de lentejuelas, pieles sintéticas, fantasía y provocación. Sus dimensiones revelan que fueron hechos para un varón corpulento y barrigudo, con sentido del humor y una clara vena teatral. Las vitrinas muestras los zapatos de tacón de vértigo, las pelucas, los corsés, los maquillajes, los sujetadores y las gafas que acababan de componer la estética de Bowery.

El comisario de la exposición, Xabier Arakistain, remarca el espíritu lúdico de Bowery y su influencia en la moda y las artes plásticas. 'Leigh siempre llamó la atención', explica. 'Literalmente, era una bomba, hacía todo lo contrario del resto. Mostraba lo que los demás suelen ocultar y ocultaba lo que se suele mostrar . Su cuerpo escenificaba una concepción propia de la estética, de la belleza y de su forma de entender el arte, la diversión, la elegancia, el sexo, el género y la sexualidad'.

Los objetos están rodeados por fotografías de Bowery en los momentos cumbre de su vida, algunas firmadas por la americana Annie Leibovitz, y ambientadas con la música del grupo Minty, que el artista lideró en los últimos años de su vida.

Bowery también logró entrar en el círculo del arte. Así lo demuestran las imágenes de sus actuaciones en galerías y centros artísticos contemporáneos, que se también se proyectan en Bilbao arte hasta la clausura de la muestra el 18 de septiembre.

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Bowery se rodeaba de nombres importantes de la moda como Vivienne Westwood, Jean-Paul Gaultier y John Galiano, que han alabado su talento para diseñar los patrones y coser la ropa, y la música. En este terreno, Boy George compuso en su honor el musical Taboo, actualmente en cartel en Londres, que toma el nombre del club que Bowery regentaba.

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