El Parlament castiga al síndico mayor y le devuelve el informe del 'caso Pallerols'

Convergència i Unió (CiU) constató ayer de forma dolorosa que no dispone de la mayoría absoluta en el Parlament. La izquierda y el Partido Popular unieron sus fuerzas para impedir la aprobación del controvertido informe de la Sindicatura de Cuentas sobre el caso Pallerols, que será devuelto a esta institución para que lo amplíe.

El episodio no tiene precedentes: fuentes parlamentarias subrayan que nunca antes el Parlament había rechazado aprobar un informe del órgano que fiscaliza los presupuestos de las administraciones públicas. Visiblemente molesto, el portavoz de CiU en la co...

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Convergència i Unió (CiU) constató ayer de forma dolorosa que no dispone de la mayoría absoluta en el Parlament. La izquierda y el Partido Popular unieron sus fuerzas para impedir la aprobación del controvertido informe de la Sindicatura de Cuentas sobre el caso Pallerols, que será devuelto a esta institución para que lo amplíe.

El episodio no tiene precedentes: fuentes parlamentarias subrayan que nunca antes el Parlament había rechazado aprobar un informe del órgano que fiscaliza los presupuestos de las administraciones públicas. Visiblemente molesto, el portavoz de CiU en la comisión parlamentaria, Marià Curto, atribuyó la decisión del resto de grupos a un intento de utilizar políticamente la sindicatura contra el Gobierno.

En una rocambolesca sesión -celebrada a toda prisa a última hora de ayer, cuando concluyó el pleno-, los diputados segmentaron el informe de la sindicatura y sólo se negaron a aprobar la parte elaborada por el nuevo síndico mayor, Marià Nicolàs, quien se había responsabilizado de fiscalizar al Departamento de Trabajo de la Generalitat. Este traspiés deja en una situación delicada al nuevo síndico mayor, cuya primera comparecencia en el Parlament fue precisamente el pasado martes para presentar dicho informe.

En su trabajo, Nicolàs evitó investigar a la Generalitat y pasó de puntillas sobre el caso Pallerols, objeto de una investigación judicial sobre la presunta financiación irregular de Unió Democràtica (UDC) a través de los fondos europeos para formación de parados gestionados por Trabajo, en manos del partido democristiano. Tras concluir su informe, Nicolàs fue promocionado a síndico mayor por la federación nacionalista gracias a la abstención de los socialistas, lo que aparentemente puso fin al bloqueo que atravesaba la sindicatura.

El PSC, ERC, Iniciativa y el PP volvieron a reiterar ayer su malestar por el informe y se negaron a aprobar la parte elaborada por el nuevo síndico mayor. Los cuatro grupos unieron sus votos para aprobar una moción que subraya que el trabajo de Nicolàs incumple el encargo que el Parlament dirigió a la sindicatura hace tres años y medio.

La resolución aprobada también obliga a la sindicatura a examinar explícitamente la relación de las academias del empresario andorrano Fidel Pallerols con el Departamento de Trabajo, una tarea que Nicolàs no atendió en su primer informe. El acuerdo entre la izquierda y el PP fue no obstante complejo, lo cual se reflejó en las votaciones, que fueron muy variadas y en ocasiones adquirieron incluso visos surrealistas.

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El Parlament rechazó aprobar el informe de Nicolàs, pero éste tampoco fue desaprobado formalmente. Por una parte, el PP se unió a la izquierda para impedir dar al informe el visto bueno que CiU propugnaba. Por otra, votó junto a la federación nacionalista para rechazar la pretensión de la izquierda de desaprobarlo. A pesar de estos equilibrios complejos, la parte redactada por Nicolàs sigue pendiente de aprobación por parte del Parlament. Este enrevesado equilibrio tuvo otras consecuencias: el Parlament aprobó el resto del informe de la sindicatura, pero al mismo tiempo también reclamó algunas ampliaciones.

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