La exclusión de parte del marjal de Almenara del catálogo de humedales propicia su aterramiento

La urbanizadora apenas ha esperado a que baje el nivel del marjal de Almenara tras las lluvias de mayo. Según denunció ayer Acció Ecologista-Agró, varios camiones procedieron a aterrar los terrenos del humedal afectados por el plan de actuación integral (PAI) G-2 de Sagunto, recortados del humedal en el Catálogo de Zonas Húmedas tras la última revisión hecha por la Consejería de Medio Ambiente. Una docena de ecologistas se encadenaron para impedir el paso de los camiones. Consideran la zona uno de los espacios más valiosos del marjal pese a su descatalogación. Por eso, han interpuesto recurso...

La urbanizadora apenas ha esperado a que baje el nivel del marjal de Almenara tras las lluvias de mayo. Según denunció ayer Acció Ecologista-Agró, varios camiones procedieron a aterrar los terrenos del humedal afectados por el plan de actuación integral (PAI) G-2 de Sagunto, recortados del humedal en el Catálogo de Zonas Húmedas tras la última revisión hecha por la Consejería de Medio Ambiente. Una docena de ecologistas se encadenaron para impedir el paso de los camiones. Consideran la zona uno de los espacios más valiosos del marjal pese a su descatalogación. Por eso, han interpuesto recursos judiciales tanto por la vía penal como la administrativa contra la urbanización.

La finca afectada por el PAI está calificada como urbanizable desde la época franquista lo que, según los ecologistas, vulnera las normativas ambientales democráticas. De hecho, fue incluida en el anterior catálogo de humedales y hasta sigue figurando en la propuesta de Lugares de Interés Comunitario que servirá para crear la Red Natura 2000 de espacios europeos protegidos. No obstante, las presiones lograron su desprotección y Sagunto aprobó el proyecto definitivo en mayo pasado, justo cuando las lluvias primaverales habían llevado al marjal a su máximo esplendor y los terrenos del G-2 se hallaban inundados. Según Agró, con medio metro de agua.

Para Agró, tanto los tribunales como la propia consejería han reconocido que todos los humedales están protegidos, estén o no catalogados. Afirman que la zona mostraba hace apenas un mes la vegetación típica de humedal y creen que sólo la intervención humana evita que alcance su potencial humedo. Por eso exigen la paralización inmediata de las obras.

Además de a la urbanizadora y las administraciones deberán convencer a algunos vecinos. Uno de ellos pidió ayer la erradicación del humedal porque había muchos mosquitos.