Los musulmanes de Navarra solicitan en el Parlamento foral un cementerio propio

Los musulmanes residentes en Navarra, que suman unas 8.000 personas, quieren disponer de un cementerio para esta confesión en la comunidad foral. Para ello, hicieron llegar ayer al Parlamento autónomo una petición oficial. El problema fue expuesto ante la Comisión de Asuntos Sociales por representantes de la asociación Papeles y Derechos Para Todos-Denontzat y de la mezquita de Pamplona, cuyo imam, Farag Abdelsalam, explicó que la decena de fallecimientos de musulmanes que anualmente se registra como media en Navarra se resuelve con el traslado de los cadáveres a otras comunidades españolas co...

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Los musulmanes residentes en Navarra, que suman unas 8.000 personas, quieren disponer de un cementerio para esta confesión en la comunidad foral. Para ello, hicieron llegar ayer al Parlamento autónomo una petición oficial. El problema fue expuesto ante la Comisión de Asuntos Sociales por representantes de la asociación Papeles y Derechos Para Todos-Denontzat y de la mezquita de Pamplona, cuyo imam, Farag Abdelsalam, explicó que la decena de fallecimientos de musulmanes que anualmente se registra como media en Navarra se resuelve con el traslado de los cadáveres a otras comunidades españolas con cementerios islámicos o con su repatriación.

El traslado de un cadáver a su país de origen cuesta por término medio 3.600 euros, 'mucho dinero para los musulmanes que viven aquí, que son trabajadores normales, que no reciben ningún tipo de ayuda, pero pagan sus impuestos' sin recibir a cambio las atenciones que requieren, se lamentó el imam.

Por eso, y como cada vez son más los musulmanes asentados en Navarra, con hijos nacidos allí, el colectivo demanda un terreno donde enterrar a sus muertos, 'respetando todas las normas de sanidad como los demás', pero según sus ritos: lavar el cadáver, rezarle, envolverlo en una tela blanca y, ya dentro del féretro, disponerlo en dirección a la Meca.

Abdelsalam recordó que su demanda de un terreno, que podría ubicarse entre Pamplona y Tudela, data ya de hace varios años y que hasta ahora ha recibido el silencio como única respuesta. Y ello pese a que la propia comunidad musulmana se ofrece a financiar parte de la compra del terreno, aseguró el imam. Su impresión es que 'aquí molestan los musulmanes vivos y muertos', un trato que se ha agudizado, a su juicio, tras los atentados perpetrados por musulmanes en Estados Unidos. 'Desde el 11-S vamos atrás y tratan a los musulmanes como a terroristas. Antes no nos hacían caso ni nos ayudaban, pero ahora además nos vigilan y tienen miedo', resumió Abdelsalam.

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