Los críticos logran un 11% pero no consiguen entrar en la ejecutiva

Josep Antoni Duran Lleida podrá dirigir sin contratiempos la nave de Unió Democràtica durante los próximos dos años. El líder democristiano logró imponerse con absoluta claridad en el 22º congreso de la formación, celebrado este fin de semana en Sitges, con casi el 92% de los votos, y constituir así una ejecutiva monolítica.

El concejal de L'Hospitalet de Llobregat, Jordi Petit, líder del sector crítico, tuvo un más que meritorio apoyo del 11%, lo que le convierte en el más votado de los renovadores, pero un porcentaje insuficiente para entrar en la ejecutiva.

El discurso de los ...

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Josep Antoni Duran Lleida podrá dirigir sin contratiempos la nave de Unió Democràtica durante los próximos dos años. El líder democristiano logró imponerse con absoluta claridad en el 22º congreso de la formación, celebrado este fin de semana en Sitges, con casi el 92% de los votos, y constituir así una ejecutiva monolítica.

El concejal de L'Hospitalet de Llobregat, Jordi Petit, líder del sector crítico, tuvo un más que meritorio apoyo del 11%, lo que le convierte en el más votado de los renovadores, pero un porcentaje insuficiente para entrar en la ejecutiva.

El discurso de los críticos animando a derribar el 'caudillismo' y el 'vasallaje' a la figura de Duran Lleida no consiguió hacer mella en un congreso totalmente entregado a su líder y en un aparato que controló en todo momento el proceso electoral. Así, la Mesa pudo anunciar unos resultados políticamente correctos que sólo castigaron a los artífices del pacto de federación con Convergència: la consejera de Gobernación, Núria de Gispert -considerada la más pro convergente de Unió-, y el parlamentario Domènec Sesmilo.

Los mayoría de los delegados cumplió a pies juntillas las órdenes de la dirección y Dolors Llorens, la única imputada del sector oficial en el denominado caso Pallerols, fue respaldada con el 81,8% de los votos. Ninguno de los 21 miembros de la candidatura de Duran quedó por debajo del 72%.

Los delegados se apiñaron en torno a su líder. El mismo en quien los críticos personalizaron todos los males que, a su entender, afectan a Unió. Un partido, aseguró Jordi Petit, en el que priman las pautas 'autoritarias', los discursos 'manipuladores' y en el que se anteponen los personalismos a la 'lealtad al partido'.

Frente a estas acusaciones, la secretaria general Marta Llorens defendió el 'liderazgo claro' de Duran y éste pidió a los militantes 'lealtad' hacia su persona y hacia Unió que no es lo mismo, precisó, que 'fidelidad'.

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