Los conductores amenazan con no acatar el laudo si TMB no retira los expedientes

El laudo que debe poner fin a la huelga de conductores de autobús de Barcelona ya está en marcha y podría dictarse este mismo fin de semana. El Consell Executiu de la Generalitat nombró ayer al presidente del Consejo Económico y Social de Cataluña, Rafael Hinojosa, árbitro para dictar el laudo, que será de obligado cumplimiento para las dos partes en conflicto: los conductores y Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB).

Sin embargo, los trabajadores manifestaron su intención de no acatar la resolución del árbitro si TMB no retira los 234 expedientes que ha abierto a los conductores...

El laudo que debe poner fin a la huelga de conductores de autobús de Barcelona ya está en marcha y podría dictarse este mismo fin de semana. El Consell Executiu de la Generalitat nombró ayer al presidente del Consejo Económico y Social de Cataluña, Rafael Hinojosa, árbitro para dictar el laudo, que será de obligado cumplimiento para las dos partes en conflicto: los conductores y Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB).

Sin embargo, los trabajadores manifestaron su intención de no acatar la resolución del árbitro si TMB no retira los 234 expedientes que ha abierto a los conductores por no respetar los servicios mínimos durante los cinco días de huelga de autobuses. Además, la asamblea de trabajadores decidió continuar este fin de semana la huelga indefinida que comenzó el pasado lunes y seguir sin respetar los servicios mínimos.

El consejero delegado de TMB, Emili López Bailón, aseguró que la empresa 'no descarta' retirar los expedientes. 'La empresa deberá evaluar en cada caso qué opción toma', dijo López Bailón, aunque señaló que la decisión se adoptará 'sin condiciones previas' y 'en función del resultado del laudo se tomarán las medidas necesarias'.

Rafael Hinojosa se reunió por la tarde con los representantes de los trabajadores y con la cúpula directiva de TMB para conocer sus respectivas propuestas sobre el convenio colectivo, que es el origen del conflicto.

Después de cinco días consecutivos de huelga de autobuses sin servicios mínimos, la tensión se hizo patente ayer entre los trabajadores de TMB, cuyos ánimos estuvieron muy crispados durante toda la jornada.

En la asamblea celebrada a mediodía, que reunió a 2.000 trabajadores en el centro cívico Cotxeres de Sants, los miembros del comité de huelga expusieron el contenido de la reunión celebrada el jueves con TMB y con la Generalitat como mediadora, que se saldó sin acuerdo sobre los servicios mínimos ni acerca del convenio colectivo. Sin embargo, el comité de huelga no informó a los trabajadores de que en la citada reunión había rebajado su propuesta de incremento salarial de 240 a 120 euros mensuales (40.000 a 20.000 pesetas).

Gritos y abucheos

Los asistentes mantuvieron una actitud muy combativa. Durante la intervención del comité, los trabajadores mostraron su descontento con TMB coreando 'estamos hasta los huevos' e 'iremos hasta el final'. Además, increparon en varias ocasiones a la prensa con gritos de 'fuera, fuera'.

Los trabajadores acordaron por unanimidad continuar con la huelga indefinida sin servicios mínimos y concentrarse durante todo este fin de semana frente a las cocheras de autobuses, como han hecho desde el pasado martes. La asamblea decidió volver a reunirse una vez se haya dictado el laudo para analizar su contenido y votar si lo acatan o no. En este sentido, el presidente del comité de empresa, José Antonio Muñoz, advirtió a sus compañeros de que el incumplimiento de la resolución del árbitro puede implicar faltas judiciales y despidos procedentes.

Fuentes de la dirección de TMB alertaron de que si los trabajadores se negaran a acatar el laudo, la huelga se convertiría en ilegal y aseguraron que la empresa está dispuesta a emprender todas las medidas legales que estén a su alcance, que incluyen la posibilidad de despidos procedentes.

Después de la asamblea, los conductores de autobús iniciaron una manifestación que transcurrió por la calle de Sants y la Gran Via y culminó con una concentración frente al Departamento de Trabajo, en la calle de Sepúlveda, donde pidieron la dimisión del consejero, Lluís Franco. La manifestación provocó indignación entre algunos ciudadanos, que criticaron a los conductores por haber dejado Barcelona sin un solo autobús en toda la semana.

Por la tarde, un centenar de trabajadores se concentraron frente a la sede del Consejo Económico y Social y cortó la calle de Diputació. La Guardia Urbana tuvo que intervenir cuando los conductores abuchearon e intentaron impedir el paso a los directivos de TMB, que acudían a su cita con el árbitro nombrado por el Gobierno.

El presidente de TMB y primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Xavier Casas, consideró 'positiva' la decisión de la Generalitat de nombrar un árbitro porque 'es la única solución para acabar con el conflicto' y aseguró que la empresa aceptará el contenido del laudo, 'sea el que sea'. Ante la decisión de los conductores de mantener la huelga, Casas les instó a hacer 'un ejercicio de responsabilidad' y respetar los servicios mínimos.

El presidente de TMB restó importancia a las declaraciones del conseller en cap de la Generalitat, Artur Mas, quien por la mañana criticó tanto a los trabajadores como a la empresa y al Ayuntamiento de Barcelona 'por el grave perjuicio que esta huelga está causando a los ciudadanos'. Casas respondió que la responsabilidad sobre el cumplimiento de los servicios mínimos es conjunta entre la empresa municipal y la Generalitat. 'Hasta ahora la relación de TMB con el Departamento de Trabajo ha sido muy fluida y prefiero pensar que lo seguirá siendo', dijo Casas.

Barcelona podría volver a la normalidad este mismo lunes si Rafael Hinojosa dicta el laudo, como apuntaron fuentes de Trabajo. Hinojosa debe redactar una resolución que recoja lo que desde su punto de vista es justo en la reivindicación que enfrenta a las dos partes. Los conductores piden un aumento salarial del 20% y TMB ofrece un incremento del 3,25%.