Siempre son los de fuera
Soy de un municipio que creció gracias a la inmigración hace unos 30 años. Por aquella época, los peligrosos, los incívicos, los que alteraban el orden y delinquían, siempre eran los de fuera, los que hablaban castellano, todos los venidos de Andalucía, Extremadura, Castilla, Murcia... Hasta yo, a mis 26 años, he tenido que soportar el ser charnega ante todos esos que se han creído superiores por sus antecedentes catalanes puros.
Los años han demostrado que la convivencia y el respeto son posibles siempre que se defiende la igualdad de todos y cada uno como c...
Soy de un municipio que creció gracias a la inmigración hace unos 30 años. Por aquella época, los peligrosos, los incívicos, los que alteraban el orden y delinquían, siempre eran los de fuera, los que hablaban castellano, todos los venidos de Andalucía, Extremadura, Castilla, Murcia... Hasta yo, a mis 26 años, he tenido que soportar el ser charnega ante todos esos que se han creído superiores por sus antecedentes catalanes puros.
Los años han demostrado que la convivencia y el respeto son posibles siempre que se defiende la igualdad de todos y cada uno como ciudadanos y ciudadanas, se respetan los derechos y se fomenta la plena inserción social, política, económica y cultural.
Sin embargo, ahora la inseguridad no habla castellano ni catalán. Ahora habla árabe, el español de Suramérica, búlgaro o cualquier otro idioma que nos suene extraño. Y lo peor de todo es que hasta desde la Generalitat nos dicen que sobran inmigrantes en Cataluña.
Desde aquí, sólo pido a todos que nos acordemos del pasado y no caigamos siempre en los mismos errores. Recordemos que son personas que sufren situaciones graves en sus países de origen. Seamos tolerantes.