El agresor de un magrebí en Ca n'Anglada actuó 'movido por el odio'

El fiscal pide nueve años de cárcel para uno de los acusados de agresiones racistas durante los incidentes en el barrio de Ca n'Anglada de Terrassa en 1999. La acusación pública considera que Juan R. S. es el autor de las dos puñaladas que recibió un marroquí que fue linchado durante una manifestación. El acusado niega la agresión y sólo admite haberle golpeado 'movido por el odio del momento'. Además, culpa de la agresión a un joven ya fallecido.

Los hechos juzgados ocurrieron el 14 de julio de 1999, cuando decenas de vecinos de Ca n'Anglada atacaron las viviendas y los negocios de los...

El fiscal pide nueve años de cárcel para uno de los acusados de agresiones racistas durante los incidentes en el barrio de Ca n'Anglada de Terrassa en 1999. La acusación pública considera que Juan R. S. es el autor de las dos puñaladas que recibió un marroquí que fue linchado durante una manifestación. El acusado niega la agresión y sólo admite haberle golpeado 'movido por el odio del momento'. Además, culpa de la agresión a un joven ya fallecido.

Los hechos juzgados ocurrieron el 14 de julio de 1999, cuando decenas de vecinos de Ca n'Anglada atacaron las viviendas y los negocios de los magrebíes residentes en la zona como supuesta venganza por la agresión de un marroquí a una vecina del barrio. Durante tres días, las manifestaciones xenófobas se sucedieron por todo el barrio, y fue en una de estas marchas, la del 14 de julio, cuando un magrebí recibió dos puñaladas en el tórax, por lo que tuvo que ser intervenido de urgencias y con pronóstico de gravedad.

El acusado por esta acción, Juan R. S., negó ayer haber apuñalado a la víctima, aunque sí reconoció haberle asestado 'varios golpes' en el costado, 'movido por el odio del momento'. El acusado aseguró que aquella noche se sumó a la manifestación de manera inesperada al salir del trabajo; entró así en contradicción con su novia, quien afirmó que ambos tenían ya previsto acudir a la protesta vecinal. Juan R. S. explicó que la marcha de protesta en la que participó iba 'contra todos los marroquíes en general', aunque también aseguró no tener nada contra este colectivo ya que uno de sus 'mejores amigos, Abdul, es marroquí'.

No obstante, el acusado declaró que su novia le había explicado que días antes unos marroquíes la habían molestado, por lo que decidió pegar a la víctima haciéndola responsable de lo sucedido a su compañera.

Pero enmedio de la crispación, un grupo de manifestantes, entre los que estaba Juan R. S., se cruzó con la víctima y, tras intentar lincharlo, ésta recibió las dos puñaladas. El fiscal aseguró que el agresor se movió con el ánimo de 'acabar con la vida' del marroquí, por lo que acusa a Juan R. de intento de homicidio.

Tras la agresión, el acusado, según reconoció, siguió en la manifestación y arrojó piedras contra casas y negocios de inmigrantes magrebíes.

Pero el acusado sostuvo durante todo el juicio que quien apuñaló a la víctima no fue él, sino otro joven del barrio, fallecido recientemente, que respondía a las iniciales de José María M. S., aunque era conocido en el barrio con el sobrenombre de El Orejas. 'En el barrio todo el mundo sabía que quien apuñaló al magrebí fue El Orejas, pero nadie se atrevió a denunciarlo por miedo', afirmó el acusado. Los testigos aportados por la defensa sostuvieron esta tesis y afirmaron haber oído como José María M. S. se jactaba por el barrio de haber dado dos puñaladas 'a un moro'.

Por estos hechos, el acusado estuvo en prisión preventiva por orden de un juzgado de Terrassa entre el 21 de julio de 1999 y el 22 de noviembre del mismo año, fecha en la que quedó en libertad provisional. El fiscal pide que el acusado indemnice a la víctima con 1.980 euros (329.000 pesetas) por las lesiones causadas y las secuelas derivadas de la agresión. El juicio fue suspendido por la incomparecencia del marroquí agredido. El juez fijó el 22 de julio para reanudar la sesión.

Los incidentes racistas de Ca n'Anglada se saldaron con una decena de vecinos detenidos, aunque sólo dos casos acabaron llegando a juicio: el iniciado ayer en la Audiencia y el de otro imputado que, en una vista celebrada hace poco en un juzgado de Terrassa, aceptó una pena de dos años de prisión.