Cuatro pueblos crean una plataforma contra la futura cementera de Almoguera
Cuatro municipios de la zona sureste de Madrid y de Guadalajara, que suman unos 4.000 habitantes, han creado una plataforma reivindicativa para oponerse a la instalación de una fábrica de cemento que quedará a escasos kilómetros de sus cascos urbanos (véase EL PAÍS del 11 de mayo), aunque se ubica en Almoguera (Guadalajara). La plataforma, denominada Asociación Marimingo, en referencia al paraje afectado, cuenta con el apoyo de diversas asociaciones de vecinos, agricultores y cazadores, así como de la Junta Reguladora de Denominación de Origen del Vino de Mondéjar. Está integrada por los ayunt...
Cuatro municipios de la zona sureste de Madrid y de Guadalajara, que suman unos 4.000 habitantes, han creado una plataforma reivindicativa para oponerse a la instalación de una fábrica de cemento que quedará a escasos kilómetros de sus cascos urbanos (véase EL PAÍS del 11 de mayo), aunque se ubica en Almoguera (Guadalajara). La plataforma, denominada Asociación Marimingo, en referencia al paraje afectado, cuenta con el apoyo de diversas asociaciones de vecinos, agricultores y cazadores, así como de la Junta Reguladora de Denominación de Origen del Vino de Mondéjar. Está integrada por los ayuntamientos de Orusco, Ambite y Carabaña, en Madrid, y de Mondéjar, en Guadalajara, aunque fuentes de la plataforma adelantan que otros ayuntamientos de la zona han anunciado ya su adscripción a la asociación reivindicativa.
La movilización cuenta con el apoyo de la Mancomunidad de Municipios del Sureste (Misecam) y con la colaboración de las asociaciones anticementera de la cercana localidad de Morata, que tiene una de estas instalaciones en su municipio desde hace 30 años.
La cementera de la empresa Derivados Mineros, SL, se situaría en 300 hectáreas de terreno en el municipio de Almoguera (Guadalajara), pero en las inmediaciones de pueblos madrileños como Orusco, de cuyo casco urbano estaría a cuatro kilómetros escasos. Además, el proyecto, según la plataforma, no tendrá que someterse a un informe de impacto ambiental, ya que fue presentado pocos meses antes de que la Junta de Castilla-La Mancha aprobase la Ley de Calidad Medioambiental.