Crítica:LIBROS | DÍAS DE OCIO

Soledad Puértolas abre un rincón donde compartir lectura y café

Tomarse una copa, charlar con los amigos y, de paso, comprarse un libro. Ésta es la propuesta que la escritora Soledad Puértolas brinda en pleno centro de Madrid, donde ha abierto un local que combina unos cócteles exquisitos con una librería en la que se pueden comprar desde títulos clásicos hasta novedades que no son fáciles de encontrar en otros lugares. La librería-café se llama El Bandido Doblemente Armado, título de un libro que la autora zaragozana publicó en 1979.

'Es un sitio tranquilo y relajado donde hemos cuidado hasta el más mínimo detalle para que la gente esté a gu...

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Tomarse una copa, charlar con los amigos y, de paso, comprarse un libro. Ésta es la propuesta que la escritora Soledad Puértolas brinda en pleno centro de Madrid, donde ha abierto un local que combina unos cócteles exquisitos con una librería en la que se pueden comprar desde títulos clásicos hasta novedades que no son fáciles de encontrar en otros lugares. La librería-café se llama El Bandido Doblemente Armado, título de un libro que la autora zaragozana publicó en 1979.

'Es un sitio tranquilo y relajado donde hemos cuidado hasta el más mínimo detalle para que la gente esté a gusto', explica Puértolas. Los hijos de la escritora, Diego y Gustavo Pita, se encargan de llevar la librería y el bar, respectivamente. 'Tenemos cócteles, cervezas, sandwiches fríos... Compramos las cosas en el mercado de Tribunal, y en el bar no existe el concepto de garrafón', comentan.

El Bandido Doblemente Armado

Calle Apodaca, 3. Horario: De 16.00 a 24.00. Fines de semana hasta las 2.00. Domingos, cerrado.

Al final del local está la librería, donde los puntos fuertes son la narrativa y el género policiaco. 'No tenemos las típicas novedades, pero sí mucho ensayo, novelas extrañas y libros de aventuras', afirma Diego Pita. Y agrega: 'Lo que no tenemos es biblioteca, es decir, que los libros no se pueden llevar a las mesas del bar para leerlos'.

Para dar ambiente al local, Diego se encarga de seleccionar la música, que va desde el jazz o el blues hasta la música clásica, la étnica o la electrónica.

La librería-café ha sido decorada por Rafael Zarza, amigo de la familia Puértolas. Además, en las paredes hay colgadas fotografías en blanco y negro, de Stevenson, por ejemplo, y cuadros del marido de la escritora, Leopoldo Pita.

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