El temporal anega espacios donde se prevé realizar urbanizaciones

La mayor tromba primaveral cuestiona decenas de proyectos urbanísticos en zonas inundables.- Las zonas excluidas en la última revisión del catálogo de humedales están anegadas

El mayor temporal de primavera ha vuelto a poner en entredicho con el ímpetu imparable del agua decenas de proyectos urbanísticos en zonas inundables de la Comunidad Valenciana e incluso cuestiona, a juicio de los ecologistas, el Catálogo de Zonas Húmedas, que ha excluido en su última revisión centenares de hectáreas amenazadas por el cemento, ahora inundadas. Mientras Sagunto aprobaba el miércoles la urbanización de ocho hectáreas anegadas con medio metro de agua junto al marjal de Almenara, Altea sigue adelante con una urbanización en la desembocadura del río Algar.

La tromba de agua ...

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El mayor temporal de primavera ha vuelto a poner en entredicho con el ímpetu imparable del agua decenas de proyectos urbanísticos en zonas inundables de la Comunidad Valenciana e incluso cuestiona, a juicio de los ecologistas, el Catálogo de Zonas Húmedas, que ha excluido en su última revisión centenares de hectáreas amenazadas por el cemento, ahora inundadas. Mientras Sagunto aprobaba el miércoles la urbanización de ocho hectáreas anegadas con medio metro de agua junto al marjal de Almenara, Altea sigue adelante con una urbanización en la desembocadura del río Algar.

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La tromba de agua del lunes y el martes, que los expertos ya han situado como la más fuerte de primavera en los últimos 50 años y al nivel de las mayores de otoño (sólo por detrás de la pantanada de Tous, de 1982, y la de octubre de 2000) ha anegado grandes zonas del litoral de norte a sur de la Comunidad Valenciana. 'Nos gustaría tener un helicóptero para tener fotografías que demuestren al Consell qué zonas son inundables y cuáles son zonas húmedas', explicó ayer Carlos Arribas, desde Ecologistas en Acción.

Pero a falta de vuelo aéreo, un simple vistazo permitía a los ecologistas asegurar que desde el marjal de Peñíscola, donde una franja inundada junto a la carretera ha sido descatalogada como zona húmeda, hasta Guardamar, donde campos de golf y torres de apartamentos se proyectan en la desembocadura del Segura, hay muchas zonas inundables en las que la 'ceguera' de la administración dará vía libre a nuevas urbanizaciones.

Entre medias, la Albufera de Oropesa muestra ahora su potencial húmedo, la desembocadura del Mijares pone en duda la viabilidad de un campo de golf y, en una de las comarcas más castigada por las lluvias, La Safor, el agua desbordada por el río Vaca amenazaba proyectos urbanísticos y cultivos instalados durante las últimas décadas en marjales entre Gandia y Tavernes de la Valldigna. Por ejemplo, los previstos en 40 hectáreas del marjal de La Safor que Gandia excluyó del catálogo de zonas húmedas en la última revisión para hacer urbanizaciones costeras. O el campo de golf casi descartado en Xeresa previsto en una zona ahora anegada. O los campos de naranjos inundados junto al marjal de Pego.

Desde Acció Ecologista- Agró, Enric Amer asegura que entre Castellón y Valencia, que no es precisamente donde más ha llovido, la franja litoral se ha vuelto a convertir en un inmenso humedal. Y ha cuestionado proyectos urbanísticos en terrenos en los que hay 'agua por un tubo', como la construcción de un campo de golf en el Cuadro de Santiago, entre Benicàssim y Castellón, ahora completamente anegado, o la aledaña Marjalería de Castellón, donde hay 5.000 viviendas en fase de legalización mediante el plan general urbano prácticamente acosadas por el agua. Agró denuncia que ambas zonas han quedado excluidas del catálogo.

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Lo mismo que la zona recientemente excluida al sur del Marjal de Nules, listado en 2000 por el consejero Fernando Modrego con 646,83 hectáreas y que en el catálogo definitivo se ha reducido a 528,75. El centenar largo de hectáreas ahora desprotegido, una parcela denominada Partida del Pou en manos de los propietarios de Porcelanosa según los ecologistas, está completamente anegado.

En la misma situación se encuentran varios enclaves desprotegidos del marjal de Almenara, reducido de 1.540 a 1.486 hectáreas. Al norte, la finca de El Cerezo, de 40 hectáreas, donde Xilxes pretende 'expandir hacia el sur las urbanizaciones de la playa' y que, fue excluida in extremis de la lista, muestra ahora todo su potencial de saladar inundado. También se excluyeron en la última revisión alrededor de 10 hectáreas del marjal junto al cámping de Almenara, amenazadas por las urbanizaciones pero ahora inundadas.

Plan de Sagunto aprobado

Y lo mismo ocurre con el solar de ocho hectáreas afectado por el proyecto urbanístico G-2 de Sagunto, también excluido del marjal de Almenara. Precisamente el miércoles el Ayuntamiento aprobó el plan de la urbanización y la reparcelación de la zona, cuando, según Amer, había 'entre medio metro y un metro de agua en unos terrenos que no se diferencian de la zona protegida'.

Al norte del Marjal dels Moros, unas diez hectáreas condenadas a acoger las centrales térmicas de Sagunto presentaban ayer, según Agró, el aspecto pantanoso 'de lo que son, un humedal'. Y en la misma zona pero al sur, junto a la piscifactoría de Puçol pero fuera del límite del Marjal dels Moros, también han quedado descatalogas dos hectáreas en la zona de expansión urbana del municipio. 'Están completamente encharcadas', asegura Amer.

Agró también critica la exclusión como humedal de cerca de 400 hectáreas de marjal entre Puçol y El Puig, 'un marjal como una casa', que debería unir el de Rafalell y Vistabella con el Dels Moros, y que, cómo no, ayer tenía agua como para mantener su esplendor durante todo el verano.

Víctor Navarro, presidente de Agró, añade a la lista la desembocadura del río de les Coves, la del Júcar y la de L'Algar, quizá el ejemplo más reciente de cómo un municipio planea construir una gran urbanización (en este caso Altea con 5.260 viviendas) en una zona húmeda y amenazada por las inundaciones. Ecologistas en Acción y Agró denuncian que la última tromba ha enseñado el peligro, pero no tienen un helicóptero para demostrarlo.

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