Las presiones vecinales fuerzan el desplazamiento de la prostitución callejera lejos de los centros urbanos
La conflictividad social en algunas capitales contrasta con la tolerancia de otras
Las prostitutas están en retirada forzosa de los centros urbanos. El informe elaborado por el Defensor del Pueblo Andaluz hace hincapié en que muchos movimientos ciudadanos organizados en las ciudades andaluzas perseguían 'el desplazamiento forzoso' a las afueras de las prostitutas callejeras a las que asociaban con el tráfico de drogas o la inseguridad en las calles. En Huelva y Almería, las movilizaciones de los vecinos incluyeron métodos expeditivos, e incluso violentos, para expulsar a las prostitutas de barrios céntricos.
La Delegación del Gobierno en Andalucía señala en el informe...
Las prostitutas están en retirada forzosa de los centros urbanos. El informe elaborado por el Defensor del Pueblo Andaluz hace hincapié en que muchos movimientos ciudadanos organizados en las ciudades andaluzas perseguían 'el desplazamiento forzoso' a las afueras de las prostitutas callejeras a las que asociaban con el tráfico de drogas o la inseguridad en las calles. En Huelva y Almería, las movilizaciones de los vecinos incluyeron métodos expeditivos, e incluso violentos, para expulsar a las prostitutas de barrios céntricos.
La Delegación del Gobierno en Andalucía señala en el informe facilitado al Defensor del Pueblo andaluz que la prostitución callejera genera, por una parte, una sensación de inseguridad vecinal por la aparición del tráfico de drogas o el incremento de la delincuencia en la zona y, por otro, debido a la aparición de objetos peligrosos como jeringuillas o preservativos usados.
Ambos hechos contribuyen a la organización de manifestaciones populares contra la inseguridad en las calles que, según el informe especial del Defensor, persiguen en ocasiones 'el desplazamiento forzoso de las prostitutas a zonas de las afueras de las ciudades'. Estos traslados han sido evidentes en algunas capitales, como el caso de Huelva o Almería, donde se organizaron intensas movilizaciones durante la década de los noventa para pedir más seguridad en sus barrios, que vinculaban directamente a la salida de las prostitutas. 'Para algunas asociaciones de vecinos, lo deseable sería poder desplazar la prostitución de sus barrios y llevarla a otras zonas más alejadas, donde las personas que las ejercen y las que se beneficien de la misma sean quienes asuman esos riesgos', sostiene el estudio.
La situación actual es bastante heterogénea en las ciudades andaluzas. En Sevilla, la conflictividad social se ha registrado en nuevas zonas de prostitución como los barrios de Nervión o Sevilla Este, según la Jefatura Superior de Policía. En estas áreas, los vecinos se han manifestado para pedir su traslado y, en el caso de Sevilla-Este, 'llega a ser frecuente que se les prohiba la entrada en bares y tiendas', según la información facilitada por Médicos del Mundo para el informe.
Por el contrario, las reivindicaciones vecinales en la Alameda de Hércules, tradicional punto de prostitución callejera, persiguen la eliminación del tráfico de drogas y no tanto la erradicación de la prostitución 'ya que ha existido tradicionalmente en la zona y es un fenómeno asimilado'.
En Málaga, los vecinos se han quejado de continuadas peleas y falta de seguridad cerca de la Alameda de Colón, tradicional zona de prostitución callejera, pero sin llegar a organizar grandes campañas de movilizaciones, como ocurrió en Huelva, donde se registraron conflictos a comienzos de los noventa para exigir la salida de las prostitutas del barrio del Molino de la Vega. El informe señala que, sin embargo, en Cádiz, Córdoba o Granada no existen conflictos sociales en la actualidad por la presencia de prostitutas en la calle.