El alcalde de Tarragona, exculpado de tráfico de influencias y prevaricación

El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) archivó ayer dos causas abiertas contra el alcalde de Tarragona, el convergente Joan Miquel Nadal. Una de ellas se había instruido por presunta prevaricación al conceder permiso de conexión a las alcantarillas de Tarragona a una urbanización de la población de Els Pallaresos, en cuyo accionariado figuraba la esposa de Nadal. El segundo caso tenía que ver con un supuesto tráfico de influencias en las gestiones realizadas ante la Comisión de Urbanismo para que una empresa, a la que el alcalde estuvo asociado, obtuviera permiso para instalar un ...

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El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) archivó ayer dos causas abiertas contra el alcalde de Tarragona, el convergente Joan Miquel Nadal. Una de ellas se había instruido por presunta prevaricación al conceder permiso de conexión a las alcantarillas de Tarragona a una urbanización de la población de Els Pallaresos, en cuyo accionariado figuraba la esposa de Nadal. El segundo caso tenía que ver con un supuesto tráfico de influencias en las gestiones realizadas ante la Comisión de Urbanismo para que una empresa, a la que el alcalde estuvo asociado, obtuviera permiso para instalar un establecimiento de lavado de coches.

El archivo de las dos causas se produce siete años después de la apertura de los procedimientos judiciales. El magistrado refiere sólo que el sobreseimiento en el caso de la conexión del alcantarillado de la urbanización Jardins de l'Imperial de Tarragona obedece a la petición del fiscal, que no halló indicios de criminalidad y el caso dejó de tener acusador.

Respecto a la concesión a Palestra Latina, en la que Nadal participaba a través de la sociedad Pronaus Tarraco, el magistrado ofrece una amplia explicación de por qué no ha hallado indicios de tráfico de influencias en las gestiones de Nadal ante la Comisión de Urbanismo para que ésta variara su negativa a conceder a Palestra Latina una licencia para la instalación de un servicio de lavado de coches en Torreforta.

Según el magistrado, Urbanismo se remitió a la misma negativa formulada antes a la empresa Hypromat, que pretendía instalar el mismo negocio en el mismo sitio. Pero según el auto, la Comisión de Urbanismo no tenía el mismo derecho a negar en 1994 lo que negó en 1991, puesto que con el tiempo la situación urbanística de la zona cambió y ya no había impedimento legal para conceder la licencia. Según el auto, en la carta de Nadal a Urbanismo, y en una posterior reunión en el organismo público, se instaba a reconsiderar la negativa y el alcalde sólo subrayó el error en el que instaba incurriendo Urbanismo.

Según el TSJC, no hubo abuso del cargo por parte de Nadal ni tráfico de influencias aun cuando el alcalde tuviera, 'directa o indirectamente', intereses en Palestra Latina. El auto recoge que si un particular puede realizar gestiones para obtener resoluciones favorables 'sin incurrir en delito', igual lo puede hacer un alcalde. Aun así, el ponente se reserva una crítica porque, añade, 'cosa distinta es la valoración que de tal conducta puede hacerse en otros ámbitos, a lo que podría añadirse la, por lo menos, extraña transmisión por parte de Nadal de sus intereses económicos en Pronaus Tarraco por un precio simbólico, lo que ofrece fundadas dudas en orden a su verdadera configuración jurídica'. Nadal vendió Pronaus Tarraco, la empresa que participaba de Palestra Latina, por una peseta una vez iniciado el proceso judicial.

El alcalde se limitó ayer a señalar que estaba 'muy contento y agradecido' a quienes le han prestado apoyo.

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