Un obispo irlandés dimite por su falta de diligencia en casos de pederastia

No investigó las denuncias contra un sacerdote

Uno de los más conocidos obispos católicos de Irlanda, Brendan Comiskey, prelado de la diócesis de Ferns, anunció ayer su dimisión (dijo haberla presentado el jueves pasado al Papa) tras la repercusión pública de las acusaciones de pederastia contra un sacerdote de su diócesis, el padre Sean Fortune, que se suicidó en 1999 cuando fue procesado por abusos sexuales.

El pasado mes se emitió por BBC Televisión un documental sobre Fortune, en el que cuatro hombres afirmaron haber sido víctimas de abuso en su adolescencia por parte del sacerdote. El documental es muy crítico con el obispo, al...

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Uno de los más conocidos obispos católicos de Irlanda, Brendan Comiskey, prelado de la diócesis de Ferns, anunció ayer su dimisión (dijo haberla presentado el jueves pasado al Papa) tras la repercusión pública de las acusaciones de pederastia contra un sacerdote de su diócesis, el padre Sean Fortune, que se suicidó en 1999 cuando fue procesado por abusos sexuales.

El pasado mes se emitió por BBC Televisión un documental sobre Fortune, en el que cuatro hombres afirmaron haber sido víctimas de abuso en su adolescencia por parte del sacerdote. El documental es muy crítico con el obispo, al cual acusa de haber conocido las primeras quejas contra Fortune en los años ochenta, y de no haber ordenado una investigación hasta que varios jóvenes presentaron denuncias a la policía contra el sacerdote en 1995.

'No fue suficiente'

Cosmiskey dijo ayer, sobre su intervención en el asunto Fortune, que creía haber 'hecho lo mejor', pero que 'está claro que no fue suficiente'. El obispo añadió: 'El abuso sexual de niños es particularmente horrendo para mí. Pido perdón a las familias de todas las víctimas y a cuantos se hayan sentido de alguna manera heridos u ofendidos por el padre Sean Fortune'.

El padre Fortune fue una figura notable de la diócesis de Fern, aunque fue acusado de violación por uno de los jóvenes con los que trabajaba. Esta acusación fue reforzada por otras nueve denuncias. 'El padre Fortune cometió tres graves faltas e hirió a numerosas personas', admite ahora el obispo Brendan Comiskey. El prelado de Ferns, una diócesis localizada al suroeste de Irlanda, considera, además, que se encontró envuelto en un caso 'prácticamente imposible de llevar'.

Cuando se presentaron las primeras denuncias contra el cura Fortune, el obispo Comiskey le prohibió provisionalmente ejercer el magisterio sacerdotal, después de consultar a un profesional sobre el tema. Sin embargo, autorizó posteriormente al mismo sacerdote a proseguir sus trabajos después de que un psicólogo estimase que Fortune no tenía la psicología de un violador. El obispo ha anunciado que viajará esta semana al Vaticano para presentar oficialmente la renuncia irrevocable de su cargo, una decisión compartida con el jefe de la Iglesia católica irlandesa.

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