Reportaje:

Nuevos aires para los PECO

La UE exige a los 13 candidatos a la ampliación reformas estructurales para fomentar la competencia

La Unión Europea cree que hay muy 'buenas razones' para que los trece países de la Europa Central y Oriental (PECO) se incorporen cuanto antes a la UE. Pero sus industrias de red -gas, electricidad y telecomunicaciones-, el mercado laboral y los servicios financieros sufren retrasos importantes. Además, en 2000, la renta media de los candidatos representaba el 35,2% de la media de la UE.

Una de cal y varias de arena. Así están las cosas cuando se analiza la situación económica, social y medioambiental en los países candidatos a incorporarse a la Unión Europea tomando como base los comp...

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La Unión Europea cree que hay muy 'buenas razones' para que los trece países de la Europa Central y Oriental (PECO) se incorporen cuanto antes a la UE. Pero sus industrias de red -gas, electricidad y telecomunicaciones-, el mercado laboral y los servicios financieros sufren retrasos importantes. Además, en 2000, la renta media de los candidatos representaba el 35,2% de la media de la UE.

Según la UE, la agricultura tiene un peso excesivo en los candidatos: es cuatro veces mayor que la media de los Quince

Una de cal y varias de arena. Así están las cosas cuando se analiza la situación económica, social y medioambiental en los países candidatos a incorporarse a la Unión Europea tomando como base los compromisos alcanzados en la cumbre de Lisboa hace dos años para convertir a la UE en la economía más competitiva del mundo en 2010. Hace dos fines de semana, en el Consejo Europeo de Barcelona se reconocieron los progresos que durante la última década han hecho los países de la antigua esfera comunista para adaptarse a la economía de mercado y para acceder al club comunitario. Pero quedan cosas por hacer, especialmente en el campo de las industrias de red, sector financiero y empleo.

El gesto político de los Quince de compartir una sesión formal de trabajo del Consejo Europeo con los 13 países de la Europa Central y Oriental (PECO) abrió una nueva etapa hacia su integración en la Unión. Se buscaba incentivarlos a seguir la misma senda de reformas en la que había comprometido la UE hace dos años en Lisboa, que se relanzó en Barcelona, para avanzar hacia la sociedad del conocimiento. Como dijo el comisario europeo de Economía y Finanzas, Pedro Solbes, 'hay buenas razones' para incorporar a los países candidatos en la estrategia lanzada en Lisboa. Su experiencia de una década en reformas estructurales para sobrevivir en una economía globalizada es una de ellas, la principal.

Pero en ese interés de la UE por incorporar a los candidatos en el proceso de reformas estructurales hay una intención clara que va más allá de lo simbólico: evitar que con su adhesión en 2004 frenen un proceso que lleva dos años gestándose y que está costando mucho arrancar. Y en este punto se acaban las alabanzas. Sin perjuicio de los avances conseguidos, la UE pidió a los países candidatos que redoblen los esfuerzos en las reformas en materia de política macroeconómica y estabilidad financiera. El dato que mejor refleja el retraso de los PECO frente a sus futuros socios son los resultados 'relativamente modestos' en el ámbito de la convergencia real, muy dispares. En 2000, la renta media de los 13 candidatos representaba el 35,2% de la media de la UE.

A partir de ahí viene todo lo demás. La reforma de las industrias de red -gas, electricidad y telecomunicaciones-, del mercado laboral y del sector de los servicios financieros sufren retrasos importantes, y hay también una evidente falta de competitividad en las empresas. Las críticas se centran, curiosamente, en las mismas faltas que se hacen a los países que hoy integran la UE, pero hay una diferencia: sus instituciones, y por tanto, su capacidad administrativa es más débil y sus recursos muy limitados para poder afrontar las reformas. Al incorporarlos al proceso de Lisboa no se busca introducir nuevos elementos en las ya complicadas negociaciones de adhesión, pero sí invitarlos a que sigan los mismos pasos para facilitar el proceso.

Peticiones de la UE

En primer lugar, la UE pide que la política económica que desarrollen los Gobiernos de los PECO garantice que el crecimiento en sus países se produzca 'sin contratiempos, evitando los recalentamientos y los ciclos de expansión y recesión excesivas, que a menudo se traducen en desequilibrios en el sector exterior y financiero'.

En segundo lugar, se pide a los países candidatos que culminen el proceso de privatizaciones y reestructuración, especialmente en empresas de red caracterizadas por encontrarse en una situación de monopolio en manos de los Estados o de duopolio. En este ámbito, como indica Bruselas, los avances son 'limitados' y van 'despacio' si se compara con el ritmo que está llevando el proceso de apertura de los mercados en la UE, a la que también se le exige un esfuerzo adicional para alcanzar los objetivos fijados hace dos años en Lisboa.

La productividad es significativamente baja si se compara con la media comunitaria y, frente a la estadounidense, es insignificante. Si la UE sufre un claro retraso transatlántico en lo que gasta en investigación y desarrollo (I+D), equivalente a un 1,9% del PIB comunitario, los candidatos no pasan del 0,8%. Se produce, así, un bajo desarrollo tecnológico, bajo desarrollo en capital humano y una composición sectorial de la economía demasiado focalizada hacia sectores tradicionales. La agricultura tiene un peso excesivo en la estructura productiva -cuatro veces mayor que en la UE-, el sector servios debe desarrollarse más y la industria, insiste la UE, no está lo suficientemente reestructurada.

En tercer lugar, se les invita a que refuercen el marco institucional y regulatorio de sus mercados. La UE echa en falta que en los países candidatos la existencia de órganos reguladores que arbitren en los procesos de privatizaciones para evitar excesos y que protejan el interés general público.

En cuarto lugar, se les reclama que apliquen medidas más específicas en el ámbito del empleo. El desempleo cayó en los países candidatos un 1,5% en cinco años, con tasa de paro entre el 15% y el 20% de la población activa. Esto contrasta con el crecimiento en la creación de empleo del 6% experimentado en la UE entre 1995 y 2000. A esto hay que añadir que la movilidad es limitada en un mercado laboral muy segmentado y poco flexible.

Y en quinto lugar se reclama a los PECO que avancen en la reestructuración del sector bancario. La intermediación financiera es muy baja y obstaculiza las reformas estructurales en los sectores clave, porque dificulta la transferencia de recursos de las antiguas compañías hacia las nuevas con un mayor potencial de crecimiento, según la Comisión.

'Foto de familia' de los presidentes de la UE y los 13 candidatos, en la cumbre de Barcelona.MARCEL.LÍ SÀENZ

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