La Comunidad abre el primer hospital-escuela para niños con problemas psiquiátricos

El centro acoge a 20 chavales con edades comprendidas entre los 6 y 16 años

Un grupo de niños monta puzzles mientras varios adolescentes manejan con soltura juegos de ordenador. El recinto es cálido y luminoso, decorado con láminas, plantas, juguetes y dibujos infantiles. Todo hace pensar en una escuela. Pero este centro -abierto en febrero por la Comunidad en el antiguo colegio Antonio Orozco Miret, de Carabanchel, y gestionado por una entidad privada, el Instituto Psiquiátrico Montreal- es algo más. Se trata del primer hospital de día psiquiátrico infantil de la región dotado de aulas educativas. Dispone de 30 plazas.

La veintena de niños y adolescentes con g...

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Un grupo de niños monta puzzles mientras varios adolescentes manejan con soltura juegos de ordenador. El recinto es cálido y luminoso, decorado con láminas, plantas, juguetes y dibujos infantiles. Todo hace pensar en una escuela. Pero este centro -abierto en febrero por la Comunidad en el antiguo colegio Antonio Orozco Miret, de Carabanchel, y gestionado por una entidad privada, el Instituto Psiquiátrico Montreal- es algo más. Se trata del primer hospital de día psiquiátrico infantil de la región dotado de aulas educativas. Dispone de 30 plazas.

La veintena de niños y adolescentes con graves trastornos psíquicos que acuden a esta casa del barrio del Tercio del Terol estudian matemáticas, lenguaje y ciencias sociales como cualquier chaval de su edad. Pero tienen, además, otra asignatura mucho más difícil: aprender a controlar, a través de un tratamiento especializado, las malas pasadas que les juega su mente.

Dos meses son pocos para hacer balance. Pero los profesionales del centro están satisfechos del nivel de asistencia y participación de los chavales, la mitad de ellos adolescentes. Rosario Pérez, una de las psiquiatras, cree que 'había mucha necesidad de un lugar así'. 'Muchos de estos chicos faltaban a clase o se escapaban de sus casas y ahora vienen todos los días y participan en las actividades', explica.

La mayoría de estos menores sufre lo que se llama un trastorno límite de la personalidad. Les cuesta mucho controlar sus impulsos, soportan mal la frustración y tienen grandes dificultades para aceptar normas, escuchar, relacionarse con otras personas y trabajar en grupo. Todos recibían ya tratamiento ambulatorio en centros de salud mental, pero era insuficiente. No se adaptaban a la escuela y a los grupos de chavales de su edad.

Rechazo de su entorno

Marta Peral, también psiquiatra y supervisora del centro, explica que en él se intenta ofrecer a estos muchachos 'una experiencia emocional diferente a la que han vivido'. 'Son chicos que, por sus graves trastornos, han provocado un rechazo en su entorno, y por eso es muy importante la relación que están entablando con sus terapeutas', añade.

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El equipo de atención está formado por tres maestros de la Consejería de Educación, y dos psicólogos, un terapeuta ocupacional, dos psiquiatras, un especialista en psicomotricidad, un enfermero y un auxiliar administrativo.

La Comunidad tiene otro hospital de día infantil, con 20 plazas, concertado también con el Instituto Montreal, en Fuencarral. Pero este de Carabanchel es el primero con aulas educativas. Francisco Ferre, director de Salud Mental del Gobierno regional, considera imprescindible que los chavales sigan aprendiendo mientras dura su tratamiento. 'Por eso hemos dotado al centro de maestros', asegura.

'Estos niños tienen patologías muy graves, y por eso su ritmo de aprendizaje es, por fuerza, más lento', explica Eduardo Acosta, director del Instituto Montreal y de este hospital. De aquí a mayo, al centro entrarán otros 10 menores más, hasta llenar las 30 plazas previstas. Pero Ferre asevera que su departamento estudia llegar a las 35 o 40 plazas.

Que existe una demanda insatisfecha es algo que conocen bien los profesionales de este hospital de día, que cuesta a las arcas regionales 374.537 euros al año. Cada semana reciben numerosas llamadas de los equipos de atención psicopedagógica de las escuelas e institutos planteándoles situaciones de menores con graves trastornos psíquicos.

'Pero aquí sólo atendemos casos derivados desde los 35 centros de salud mental de la Comunidad. Y una vez que nos llegan, los evaluamos para ver si este recurso es adecuado para ellos. Intentamos no tener más de dos nuevos ingresos por semana para que los chicos se integren bien', matiza.

Los pequeños pacientes, con edades entre los 6 y los 16 años, acuden a este recinto de lunes a viernes, entre las nueve de la mañana y las cuatro de la tarde. Hay dos grupos de chicos, según la edad; uno de ellos formado por adolescentes de 12 a 16 años y otro por chavales más pequeños.

La Federación Madrileña de Asociaciones Pro Salud Mental (Femasam), en su informe La salud mental en Madrid, de 1999, estima que en la región hacen falta 204 plazas en hospitales de día infantiles frente a las 50 existentes. El mismo estudio plantea que son necesarias otras 153 camas en unidades de ingreso breve, cuando ahora sólo hay 34 en los hospitales Gregorio Marañón (20 camas) y Niño Jesús (14).

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