190 comisiones tejen con claveles en la ofrenda el manto de la 'Mare de Déu'
Boato, solemnidad, tradición, emoción y paciencia definen la lenta procesión que desde las 16.00 y hasta pasada la media noche protagonizaron ayer 190 comisiones falleras en el primer día de la ofrenda a la Mare de Déu. Las falleras fueron tejiendo un manto de flores diseñado por Pedro Llorca que dejará esta noche vestida a La Geperudeta de claveles en colores rosa, blanco y rojo.
Un muestrario de trajes y mantillas paseó entre aplausos por las calles de la ciudad hasta llegar al entarimado levantado en la plaza de la Virgen, delante de la catedral, y con un lento ritual h...
Boato, solemnidad, tradición, emoción y paciencia definen la lenta procesión que desde las 16.00 y hasta pasada la media noche protagonizaron ayer 190 comisiones falleras en el primer día de la ofrenda a la Mare de Déu. Las falleras fueron tejiendo un manto de flores diseñado por Pedro Llorca que dejará esta noche vestida a La Geperudeta de claveles en colores rosa, blanco y rojo.
Un muestrario de trajes y mantillas paseó entre aplausos por las calles de la ciudad hasta llegar al entarimado levantado en la plaza de la Virgen, delante de la catedral, y con un lento ritual hacer entrega de los ramos que varios operarios colocaban minuciosamente en el lugar correspondiente. No cabe la improvisación. 'La Junta Central Fallera ha dado instrucciones precisas a cada comisión no sólo sobre el momento de la entrega sino sobre cómo actuar en el recorrido y, especialmente, sobre el color y tamaño de los ramos. Para asegurar la uniformidad, y por decisión también del artista, las flores que compondrán el manto serán sólo claveles', explicó Donís, secretario de la Junta Central Fallera, que siguió in situ la singular confección.
Pedro Llorca definió su creación como 'un elegante manto de pasión'. La Virgen quedará vestida con un manto de color rojo con dibujos en rosa y cuerpo central blanco 'que dibuja un contraste increíble, vistoso y sencillo'. También él vigiló el hacer de los operarios dispuestos en las escaleras que amarraban a la estructura los ramos de flores.
A pesar del orden de salida que cada comisión tiene antes de iniciar el desfile -para algunas de tres y cuatro horas-, la llegada a la plaza de la Virgen se convirtió en un embudo incapaz de absorber la presencia de las multitudinarias comisiones (perfectamente identificadas por los estandartes que les abren paso) y los miles de personas que presenciaron el ordenado paso de las falleras engalanadas. Efectivos de la Policía Local participaron ayer en el control del recorrido, cerrado al tráfico desde el antiguo cauce del río hasta la Gran Vía de Fernando el Católico y desde Guillem de Castro hasta la Gran Vía de Marqués del Turia.