Reportaje:

Fin a cuatro años de desidia

La Generalitat financia varias obras en el monasterio de la Valldigna tras las críticas surgidas en la comarca

Desde 1998, la rehabilitación del monasterio de Santa Maria de la Valldigna, en Simat, no recibía un impulso como el que experimentará este año. Dos ambiciosos proyectos, el de desescombro y consolidación del Palacio del Abad y la reconstrucción de la bóveda de la Sala Capitular, pendiente de ejecución desde hace dos años por la desidia del Consell, se iniciarán en breve. La Generalitat invertirá, en estas dos obras, durante el bienio 2002-2003, 900.000 euros (150 millones de pesetas). Hace unas semanas acabaron también los trabajos de consolidación y rehabilitación del antiguo refectorio, del...

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Desde 1998, la rehabilitación del monasterio de Santa Maria de la Valldigna, en Simat, no recibía un impulso como el que experimentará este año. Dos ambiciosos proyectos, el de desescombro y consolidación del Palacio del Abad y la reconstrucción de la bóveda de la Sala Capitular, pendiente de ejecución desde hace dos años por la desidia del Consell, se iniciarán en breve. La Generalitat invertirá, en estas dos obras, durante el bienio 2002-2003, 900.000 euros (150 millones de pesetas). Hace unas semanas acabaron también los trabajos de consolidación y rehabilitación del antiguo refectorio, del siglo XV, sufragados por el Ministerio de Cultura con una inversión de 252.000 euros (42 millones de pesetas).

Uno de los proyectos más atractivos previsto para este año es el de la recuperación de la bóveda estrellada de la Sala Capitular. La construcción de esta estancia fue iniciada por Roderic de Borja (que sería el papa Alejandro VI), a finales del siglo XV, cuando era abad del monasterio. La bóveda se hundió, por el proceso de deterioro del conjunto, pero en las excavaciones arqueológicas y obras de desescombro se ha conseguido recuperar en muy buen estado parte de los elementos que la configuraban. Entre ellos sus nueve claves, en las que aparecen esculpidos emblemas del Reino, de la familia Borja, la Valldigna, San Bernardo y, en la central, la virgen de la Valldigna. La autoría de su construcción no está documentada, pero el arquitecto Salvador Vila, responsable de las obras de rehabilitación, sostiene que podría atribuirse al arquitecto Pere Compte, responsable de las obras de la Lonja. Según Vila 'la traza y la época de la Sala Capitular de la Valldigna coincide con la de una torre de la Lonja'. El habitáculo, de planta cuadrangular, conserva también las ménsulas de donde partían los arcos de crucería, decoradas con símbolos de los cuatro evangelistas.

Otra de las obras cuya primera fase se iniciará este año posibilitará que se acabe de desescombrar y consolidar el Palacio del Abad. La última actuación en esta estancia, cuyos muros estaban cubiertos de vegetación y tierra (como gran parte del monasterio que fue utilizado de plantación de naranjos), se realizó en 1996, con la colaboración de la empresa Ford España y el Ayuntamiento de Simat. En este recinto se ubicaba el claustro gótico que fue desmontado en 1920 por el conde de las Almenas y reconstruido en el Palacio del Canto del Pico, ubicado en Torrelodones (Madrid). El Consell negocia con los actuales propietarios, la empresa británica SHL, el retorno de esta joya a su enclave.

Por otra parte, se están realizando en el monasterio dos obras menores: la consolidación de una de las capillas exteriores de la iglesia, que conectaba con el Palacio del Abad, y la adecuación de un espacio, junto a la puerta de la Xara, como almacén y laboratorio de los restos arqueológicos encontrados, financiados por las fundaciones Jaume II el Just y Pere Compte.

El monasterio de Santa María fue declarado en 1970 patrimonio histórico-artístico nacional, y en 1991 fue adquirido por la Generalitat. En los últimos años han proliferado las voces críticas en la comarca de La Safor-Valldigna al uso 'partidista' que del recinto ha realizado el gobierno de Eduardo Zaplana. Mientras el Consell promovía gastos 'desmesurados' en actos sociales e institucionales en el cenobio, los programas de intervención continuaban paralizados. Los dos proyectos que se iniciarán este año parecen abrir una nueva vía.

Un grupo de estudiantes norteamericanos visita las ruinas del refectorio del monasterio de la Valldigna.TANIA CASTRO
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