COYUNTURA INTERNACIONAL

Riesgos controlados en la banca

Tras un mes de descensos, el subíndice de bancos europeos del índice bursátil Eurostoxx 50 ha vuelto a recuperar los niveles de finales del pasado año. En principio, ello contrasta con unos resultados bancarios de 2001 conocidos en las últimas semanas no muy favorables. Los beneficios de las entidades financieras europeas se han visto lastrados por las provisiones realizadas a cargo de una serie de eventos de un carácter muy específico y, en principio, aislados, como la quiebra de Enron, la de algunas líneas aéreas europeas, o la crisis argentina, que han afectado a los bancos europeos con dis...

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Tras un mes de descensos, el subíndice de bancos europeos del índice bursátil Eurostoxx 50 ha vuelto a recuperar los niveles de finales del pasado año. En principio, ello contrasta con unos resultados bancarios de 2001 conocidos en las últimas semanas no muy favorables. Los beneficios de las entidades financieras europeas se han visto lastrados por las provisiones realizadas a cargo de una serie de eventos de un carácter muy específico y, en principio, aislados, como la quiebra de Enron, la de algunas líneas aéreas europeas, o la crisis argentina, que han afectado a los bancos europeos con distinta intensidad.

Al margen de estos factores, el débil crecimiento de las mayores economías de la eurozona también ha tenido un impacto negativo en la calidad crediticia. Así, según los índices de deuda elaborados por Merrill Lynch, la proporción de emisiones europeas de high-yield (alto rendimiento) por encima de 1.000 puntos básicos de diferencial frente a la deuda soberana se situó a finales de febrero en el 54%, mientras que hace dos años no superaba el 10%.

Existen factores que mitigarán un posible deterioro de la calidad del crédito en el sistema bancario europeo

El desfase que muestra la morosidad en relación con el ciclo lleva a pronosticar que esta variable podría experimentar cierto deterioro en los próximos meses. Con todo, no habría que hacer un análisis excesivamente pesimista. Por una parte, la economía europea tocó fondo en el cuarto trimestre de 2001 y los repuntes en los tipos de interés van a ser moderados. Por otro lado, las entidades de crédito están utilizando cada vez en mayor medida instrumentos financieros, como las titulizaciones o los derivados de crédito, para reducir sus exposiciones a ciertos riesgos, liberar capital y alcanzar una mayor diversificación.

En el caso concreto del sistema financiero español existen argumentos adicionales que invitan al optimismo. En primer lugar, la tasa de mora se sitúa en los niveles más bajos de los últimos 27 años (0,9%). En segundo lugar, el crecimiento de la economía española mantendrá aún un ligero diferencial de crecimiento positivo frente al conjunto de la zona euro. En tercer lugar, a pesar del aumento en los tipos de interés, éstos serán significativamente más bajos que en el pasado gracias a la pertenencia de nuestro país a la UEM. Por último, la introducción de la nueva provisión estadística para insolvencias, que lleva en vigor un año y medio, ha elevado la cobertura de los riesgos de las entidades financieras españolas.

Todo ello, unido a los procesos de reestructuración que han emprendido algunos de los mayores bancos europeos, apoyan la valoración más positiva del sector que están haciendo los mercados financieros.

Carmen Hernansanz es economista jefe de Banca, Sistema Financiero y Nueva Economía del Servicio de Estudios del BBVA.

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