OPINIÓN DEL LECTOR

Punto negro en la planificación educativa

El IES Mariana Pineda existe como excepción prevista, pero atípica: aunque el principio general establecía que todos los centros de Secundaria Obligatoria tendrían ciclos formativos y bachilleratos, por considerar que ello es bueno pedagógicamente y necesario socialmente, cabría hacer una excepción con las zonas rurales de escasa concentración demográfica. Allí, la ley obliga a mantener centros de Secundaria Obligatoria, pero no garantiza la continuidad en Bachillerato, salvo que, mediante la agrupación de alumnos en centros zonales, se produzca una demanda suficiente. Nacen así las SESO (secc...

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El IES Mariana Pineda existe como excepción prevista, pero atípica: aunque el principio general establecía que todos los centros de Secundaria Obligatoria tendrían ciclos formativos y bachilleratos, por considerar que ello es bueno pedagógicamente y necesario socialmente, cabría hacer una excepción con las zonas rurales de escasa concentración demográfica. Allí, la ley obliga a mantener centros de Secundaria Obligatoria, pero no garantiza la continuidad en Bachillerato, salvo que, mediante la agrupación de alumnos en centros zonales, se produzca una demanda suficiente. Nacen así las SESO (secciones de ESO) o centros con primer y segundo ciclo de ESO exclusivamente.

Andalucía ha dado el paso de hacer extensiva la excepción y crear centros de sólo enseñanza obligatoria en zonas urbanas donde la demanda no justifica en absoluto su existencia. Esto es lo que está ocurriendo con el IES Mariana Pineda, un instituto que ha encarado con valentía el problema y lleva años reclamando, en sintonía con el espíritu de la LOGSE, la concesión para su centro de líneas de Bachillerato y ciclos formativos.

Lo preocupante del caso es la cerrazón, del Ayuntamiento, la Delegación Provincial de Educación y la Consejería. Existen varios centros en circunstancias parecidas al del IES Mariana Pineda, todos ellos enfrentados a un problema de marginalidad sin solución vislumbrante. Por tanto, la situación puede ser explosiva: profesorado descontento, por carecer de continuidad en el proyecto educativo y tener que nutrirse de sectores marginales o de educación especial (los alumnos con buenas perspectivas buscan centros con Bachillerato); alumnos frustrados por ver desvinculado su futuro del centro en el que se hallan y tener que asumir niveles académicos degradados por el carácter 'asistencial' de sus centros educativos; padres enconados porque descubren demasiado tarde que a sus hijos les están dando gato por liebre...

La pregunta es por qué. ¿Por qué se defiende esta degeneración del modelo propugnado por la LOGSE?

La respuesta, como siempre, ni es sencilla ni obedece, seguramente, a un solo hilo argumental. Los responsables municipales que se han manifestado no han aportado una sola razón sostenible de carácter pedagógico o social. Más bien, han empeñado sus esfuerzos en buscar el enfrentamiento entre los distintos sectores de la comunidad educativa, con bastante poco éxito al parecer. Desde Consejería y Delegación, evasivas, justificaciones superfluas y llamadas a la normalidad. Pero, ¿a qué normalidad? ¿A la de los anormales centros donde sólo se imparte la ESO?

En la calle, como ocurre siempre cuando no existe transparencia política, se oye todo tipo de especulaciones: nepotismo, favores, personalismo, ignorancia, desembarco de elementos elitistas, falta de presupuesto, abandono de compromisos sociales, bombardeo contra la LOGSE...

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Corresponde a la Administración acabar con las especulaciones y con el conflicto. Pero no parece posible conseguirlo si no se enmienda esta errática y torcedera planificación educativa que permite crear lo que los propios estudiantes del IES Mariana Pineda han bautizado como guetos para alumnos de tercera. Confiemos en que la Administración no dará síntomas de ceguera irreversible y sabrá proponer, antes de que sea demasiado tarde, una solución razonable para este instituto, al tiempo que revisa su política de planificación educativa, para ofrecer a los demás centros en circunstancias similares un futuro más halagüeño. Eso le convendrá a Andalucía, a su pueblo y a quienes hagan gala de la sabiduría y la sensibilidad política de haber sabido enmendar los errores.

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