Putin afirma que el envío de tropas de EE UU a Georgia no es una 'tragedia'

Mientras el presidente ruso, Vladímir Putin, trataba de calmar las pasiones desatadas por la llegada de militares estadounidenses a Georgia, en Tbilisi, capital de este pequeño país transcaucásico, un grupo de estudiantes se manifestaban ante la Embajada de Rusia exigiendo el cese de la injerencia de Moscú en los asuntos internos georgianos.

'La presencia de norteamericanos en Georgia no es una tragedia, ni puede serlo', declaró ayer Putin en Chimbalak, estación de esquí de Kazajstán, donde se celebró una cumbre informal de los líderes de la Comunidad de Estados Independientes, la organ...

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Mientras el presidente ruso, Vladímir Putin, trataba de calmar las pasiones desatadas por la llegada de militares estadounidenses a Georgia, en Tbilisi, capital de este pequeño país transcaucásico, un grupo de estudiantes se manifestaban ante la Embajada de Rusia exigiendo el cese de la injerencia de Moscú en los asuntos internos georgianos.

'La presencia de norteamericanos en Georgia no es una tragedia, ni puede serlo', declaró ayer Putin en Chimbalak, estación de esquí de Kazajstán, donde se celebró una cumbre informal de los líderes de la Comunidad de Estados Independientes, la organización que las ex repúblicas soviéticas formaron hace ya más de diez años, cuando se desintegró la URSS. La 'tempestuosa reacción' por parte de los rusos a la llegada de expertos militares estadounidenses a Georgia fue motivada por el hecho de que Tbilisi no informó a tiempo de ello a Moscú, explicó Putin.

El presidente georgiano, Edvard Shevardnadze, insinuó, por su parte, que su país es soberano para establecer programas de colaboración bilaterales de los que no tiene por qué informar a terceros Estados, y las relaciones entre Tbilisi y Washington se basan precisamente en 'acuerdos bilaterales'.

Críticas a Rusia

En Tbilisi, la gente y los políticos no hacen más que comentar la guerra de palabras y amenazas encubiertas desatada entre Rusia y Georgia por la próxima llegada de más de un centenar de instructores norteamericanos con la misión de formar fuerzas antiterroristas. Estudiantes, miembros de la Unión de Veteranos y de los Combatientes de Abjazia se manifestaron ayer ante la Embajada rusa contra la injerencia de Moscú y en apoyo de la decisión del Gobierno de invitar a militares estadounidenses al país.

Avtandil, un joven que como muchos otros agitaba una bandera georgiana, dijo que estaba dispuesto a tomar las armas si los rusos no cesaban sus amenazas. Se refería a la propuesta hecha por algunos políticos nacionalistas rusos de reconocer la independencia de Abjazia, región en el noroeste de Georgia que proclamó su soberanía y derrotó a los georgianos en 1993, después de una sangrienta guerra.

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El grueso de los instructores militares norteamericanos llegará a Georgia a mediados de mes, según el Ministerio de Defensa. Aunque tanto en la prensa como en medios políticos se ha especulado con que los estadounidenses vienen a participar en una operación para retomar el control del valle del Pankisi, el ministro de Defensa georgiano, David Tevzadze, insistió ayer en que su tarea se limitará a entrenar a unos tres batallones del Ejército para que sean capaces de realizar operaciones antiterroristas. 'La cantidad de instructores norteamericanos podrá ser mayor de 200 hombres o menor de 200, dependiendo del número de soldados que deberán preparar', señaló Tevzadze.

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