Reportaje:

Nuevos aires para las 'stock options'

El Gobierno prevé cambiar la tributación en el IRPF de estos incentivos salariales

En el año 2003 habrá nuevo impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF). Según Hacienda, bajarán los tipos impositivos (del actual máximo del 48% se podría pasar a otro del 46%; del mínimo actual del 18% se llegaría a otro del 15%) y aumentarán las reducciones por rendimientos del trabajo. Para las stock options se diseñará todo un nuevo sistema de tributación que primará los planes que se extiendan a toda la plantilla.

Las stock options son opciones que permiten comprar a sus titulares, normalmente ejecutivos, acciones de la compañía para la que trabajan ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

En el año 2003 habrá nuevo impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF). Según Hacienda, bajarán los tipos impositivos (del actual máximo del 48% se podría pasar a otro del 46%; del mínimo actual del 18% se llegaría a otro del 15%) y aumentarán las reducciones por rendimientos del trabajo. Para las stock options se diseñará todo un nuevo sistema de tributación que primará los planes que se extiendan a toda la plantilla.

Hacienda tratará de incentivar a los planes de 'stock options' que se extiendan a toda la plantilla, haciéndolos más rentables fiscalmente
La tributación de estos activos se endurecerá cuando las ganancias obtenidas sean millonarias u obtenidas a corto plazo

Las stock options son opciones que permiten comprar a sus titulares, normalmente ejecutivos, acciones de la compañía para la que trabajan y que son consideradas como una fórmula de fidelización para con la empresa, además de otra, a veces rentable, forma de retribución.

Ahora, el Gobierno prepara todo un nuevo sistema de tributación. ¿Cuál? Aunque la reforma del IRPF está en la actualidad en pleno proceso de elaboración, todo parece indicar que Hacienda establecerá dos tipos de tributación distintos sobre las ganancias obtenidas (seguirán considerándose rendimientos del trabajo y no incrementos patrimoniales, tipo las plusvalías que se obtienen al vender directamente acciones) al hacer efectivas las stock options. El más elevado de ellos (se aproximará al nuevo tipo máximo) se aplicará en dos supuestos. Primero, cuando los beneficios obtenidos superen un determinado importe. En Francia, esa cantidad es de un millón de francos, unos 25 millones de pesetas, 150.253 euros. Teniendo en cuenta que el Ejecutivo español parece tomar como modelo tributario el aplicado en el país galo, hay expertos que señalan que esos algo más de 150.000 euros serán también la referencia española. Hay técnicos menos optimistas, que rebajan este importe hasta los 15 millones de pesetas, algo más de 90.000 euros.

Límite temporal

Segundo, cuando las opciones sobre acciones se ejerciten (se hagan efectivas) antes de un determinado número de años. En Francia, la barrera está establecida en cuatro años. En España podría, a juicio de los fiscalistas, establecerse perfectamente un límite temporal similar.

El segundo de los tipos impositivos que se podría aplicar sobre las ganancias obtenidas por la venta de las opciones será sustancialmente más reducido. Se situará en torno al 25%, según los técnicos (la banda que se pronostica va desde el 20% al 30%). Este tipo impositivo se aplicará también en dos supuestos. Por un lado, cuando los beneficios obtenidos sean inferiores a la cantidad definitivamente establecida (entre 90.000 y 150.000 euros); por otro, cuando las stock options se ejerciten pasados cuatro años (o cinco, según algunos expertos).

El objetivo de este cambio tributario (modifica radicalmente el actual sistema de tributación de las opciones sobre acciones) es doble. Se trata, en primer lugar, de incentivar que los planes de stock options se extiendan a toda la plantilla haciéndolos, al menos fiscalmente, más rentables cuando su importe no sea elevado. En segundo lugar, se trata de endurecer la tributación de estos activos cuando las ganancias obtenidas sean, como en ocasiones sucede, millonarias u obtenidas en el corto plazo.

Bajo el sistema fiscal actual, si un particular ejercita de forma completa su plan de opciones sobre acciones, teniendo éstas no sólo una antigüedad superior a los dos años, sino también carácter de renta irregular, tiene derecho a aplicar sobre las ganancias obtenidas una reducción del 30% a la hora de incluirlas como rendimientos del trabajo en su correspondiente declaración de renta. Esta reducción tiene un único límite. En el año 2002 (cada año se modifica), su importe no puede superar la cantidad que resulte de multiplicar 2.895.116 pesetas (17.400 euros) por el número de años de generación del rendimiento (tiempo transcurrido desde que se recibieron las opciones hasta que se ejercitan). Sobre las cantidades que dejan de estar exentas de tributación, se pasa a aplicar el tipo marginal del particular, que en la actualidad llega hasta el 48%.

Así, por ejemplo, sobre 25 millones de pesetas de beneficios logrados gracias a estos activos en un plazo de tres años, como mínimo (si se cumplen todas las condiciones anteriores), se ha de tributar por 17,5 millones de pesetas, que al 48%, da como resultado unos impuestos de 8.400.000 pesetas.

Bajo el sistema tributario que Hacienda se plantea de cara al próximo año, el importe final de los impuestos a pagar sería de 6,25 millones de pesetas si el tipo fijo a aplicar fuera del 25% para cantidades iguales o inferiores a 25 millones de pesetas. Si el límite de cantidad se estableciera en 15 millones de pesetas, los impuestos sumarían hasta 8.550.000 pesetas (tipo marginal del 48% sobre los 10 millones de exceso).

A medida que los beneficios obtenidos fueran más elevados, más aumentaría la carga fiscal respecto a la situación actual. Así, por ejemplo y bajo la legislación vigente, un plan de opciones con una antigüedad de cuatro años que se ejercitara en 2002 y que se saldara con unas ganancias de un millón de euros (166,386 millones de pesetas) generaría unos ingresos al fisco superiores a los 71 millones de pesetas (unos 428.000 euros) aplicando, para evitar distorsiones y de cara a futuro, un tipo máximo del 46%. Bajo la previsible nueva legislación y situando los tipos fijos máximo y mínimo en el 46% y 25% (para los primeros 15 millones de pesetas, 90.000 euros), respectivamente, los impuestos ascenderían a 73,3 millones de pesetas (más de 441.000 euros).

Habrá que esperar a conocer las futuras condiciones fiscales de las stock options para saber realmente si son o no un instrumento atractivo de retribución para toda la plantilla. Por su parte, los ejecutivos que ya disponen de ellas podrán también calcular si les compensa o no ejercitarlas en este año para reducir su factura fiscal.

Malos tiempos para las opciones

Las stock options no viven, desde hace ya tiempo, sus mejores momentos, y no sólo por culpa de su tratamiento fiscal. Si por algo se caracterizan los mercados de valores en los últimos dos años es por su inestabilidad. Las ganancias bursátiles que llegaron a proporcionar en otras épocas las opciones sobre acciones se han reducido considerablemente y, en algunos casos, incluso simplemente han desaparecido. Pero esto no es todo. Para desanimar aún más a empresas y a ejecutivos a la hora de apostar por esta fórmula de retribución variable, los tribunales están dejando claro que las stock options tienen carácter salarial. De forma muy especial tienen tal consideración a efectos de calcular las indemnizaciones por despido de los directivos que reciben estos activos. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid ya lo señaló así en dos sentencias que dictó el 22 de febrero y el 2 de octubre de 2001. Por su parte, el Tribunal Supremo ha ratificado tal condición en otras dos sentencias firmadas el pasado 24 de octubre. En ellas se señala expresamente que 'la vinculación entre la actividad laboral del empleado, su esfuerzo y dedicación y la obtención de un beneficio económico valorable derivado del ejercicio de la opción se muestra así evidente y configura el concepto legal de salario al ser una percepción económica que se recibe precisamente a causa o como consecuencia de la actividad laboral desarrollada...La incertidumbre en cuanto al importe de las opciones sobre acciones no llega a desvirtuar la naturaleza salarial de lo que se percibe'. En definitiva, los beneficios obtenidos a través de las opciones por acciones tienen la consideración de rendimiento del trabajo habitual, y no de complemento especial o de liberalidad por parte de la empresa.

Archivado En