DOS CASOS DE INTEGRACIÓN ESCOLAR

Con 'hiyab' y uniforme

Al colegio concertado de religiosas situado a espaldas de la Gran Vía de Madrid acuden tres niñas musulmanas de nacionalidad marroquí. Dos de ellas, de 6 y 11 años, son hermanas y pertenecen a una familia tradicional. La mayor va a clase desde hace dos años cubierta por el característico hiyab (pañuelo que cubre la cabeza y el cuello) con absoluta normalidad.

Ana R., directora del colegio, explica que los padres de la alumna comunicaron al centro [hace dos años] que ésta tenía que utilizar pañuelo al cumplir los nueve años: 'Esto no representó ningún problema ni para el colegio n...

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Al colegio concertado de religiosas situado a espaldas de la Gran Vía de Madrid acuden tres niñas musulmanas de nacionalidad marroquí. Dos de ellas, de 6 y 11 años, son hermanas y pertenecen a una familia tradicional. La mayor va a clase desde hace dos años cubierta por el característico hiyab (pañuelo que cubre la cabeza y el cuello) con absoluta normalidad.

Ana R., directora del colegio, explica que los padres de la alumna comunicaron al centro [hace dos años] que ésta tenía que utilizar pañuelo al cumplir los nueve años: 'Esto no representó ningún problema ni para el colegio ni para la Consejería de Educación. Nosotros informamos del caso al inspector, que nos dijo que la niña tenía derecho a asistir a clase con esta prenda'. La directora asegura que este hecho fue acogido con total naturalidad, tanto por los estudiantes como por sus padres: 'Al menos no hubo ningún tipo de reacción notificada. Estamos acostumbrados a niños de diferentes nacionalidades y costumbres'. En opinión de la responsable del colegio, las tres niñas magrebíes no tienen ningún problema de adaptación y se relacionan normalmente con el resto de sus compañeros.

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De los 320 alumnos de este centro, que abarca desde la educación infantil hasta la secundaria, el 65% es inmigrante y procede, sobre todo, de América Latina. No es la primera vez que entre estos alumnos hay niñas marroquíes desde que, a mediados de los años ochenta, el colegio se convirtió en una escuela concertada [subvencionada con fondos públicos].

Según Ana R., la polémica que ha suscitado el caso de San Lorenzo de El Escorial es desproporcionada y exagerada. 'Aquí la niña viene con uniforme y pañuelo y no pasa nada', comenta. Las tres estudiantes musulmanas asisten a todas las clases con una excepción: la asignatura de religión católica. En este tiempo reciben lecciones de apoyo, sobre todo para la comprensión de la lectura. También realizan actividades extraescolares y almuerzan en el comedor, como muchos de los alumnos. Aunque el día que toca cerdo, ellas pueden elegir otro menú.

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