COMUNICACIONES

Escasez de equipos de manos libres tras la prohibición de los móviles en el coche

El sector calcula que se multiplicarán por seis las instalaciones para vehículos, hasta las 300.000 unidades. El consumidor deberá tener en cuenta que no todos los accesorios son compatibles con todos los teléfonos

La prohibición de usar el teléfono móvil mientras se conduce, incluso con auricular, ha cogido desprevenida a la industria de terminales y accesorios para móviles. El disparo de la demanda hace difícil encontrar estos días en las tiendas aparatos de manos libres que cumplan la nueva Ley de Tráfico y Seguridad Vial vigente desde el 21 de enero. Para añadir confusión entre los usuarios de móviles, no están del todo claras las características que debe reunir el aparato de manos libres.

La nueva normativa de tráfico (BOE de 20 de diciembre) es taxativa: 'Se prohíbe la utilización durante la...

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La prohibición de usar el teléfono móvil mientras se conduce, incluso con auricular, ha cogido desprevenida a la industria de terminales y accesorios para móviles. El disparo de la demanda hace difícil encontrar estos días en las tiendas aparatos de manos libres que cumplan la nueva Ley de Tráfico y Seguridad Vial vigente desde el 21 de enero. Para añadir confusión entre los usuarios de móviles, no están del todo claras las características que debe reunir el aparato de manos libres.

La nueva normativa de tráfico (BOE de 20 de diciembre) es taxativa: 'Se prohíbe la utilización durante la conducción de dispositivos de telefonía móvil y cualquier otro medio de sistema de comunicación, excepto cuando el desarrollo de la comunicación se desarrolle sin emplear las manos ni usar cascos, auriculares o instrumentos similares'. Se considera infracción leve, con multa de 92 euros, si bien puede ser grave o muy grave en circunstancias peligrosas. Conducir bebido se considera falta grave, multada con 602 euros.

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Con la nueva ley no caben excusas y los chóferes que usan el móvil no tienen otro remedio que instalar un aparato que permita usarlo sin quitar las manos del volante.

También se prohíbe 'el uso de emisoras de radio a través del micrófono por la grave interferencia al grado de atención exigido a todo conductor'. El colectivo más afectado en este caso es el de los taxistas y les obligará a hacer modificaciones importantes, cuando no la sustitución del receptor.

Específico para cada terminal

El aparato de manos libres del coche debe ser específico para cada teléfono móvil que posee el usuario. Cada marca e incluso modelo de terminal requiere un manos libres concreto, porque está en función de la forma del teléfono, del tipo de conector, la potencia del altavoz, la antena y la batería. El kit que se instala en el coche puede ser del mismo fabricante del terminal o de uno de accesorios para distintas marcas, pero siempre en función del terminal.

La venta de accesorios de móviles suponía una parte mínima de la facturación frente a la de terminales. Esto ha hecho que los fabricantes de terminales prestaran muy poca atención a los accesorios. Los fabricantes de éstos, además, ofrecían productos como auriculares y fundas a mejor precio que los fabricantes de terminales, con lo cual los accesorios originales aún se vendían menos.

Con la reforma de la Ley de Tráfico se abre un mercado nuevo, el kit de manos libres para coches. Motorola calcula que se pueden instalar en España de 150.000 a 300.000 aparatos este año, lo que multiplica por seis las ventas actuales.

La segunda consecuencia de la ley es que los fabricantes consiguen fidelizar más a sus usuarios con su marca, algo que buscan desde hace tiempo los operadores. Una vez se ha hecho una instalación de manos libres en el coche, lo lógico es que el usuario alargue la vida del terminal o se compre otro de la misma marca compatible con la instalación que ya tiene. 'Indudablemente, el terminal se va a valorar más', reconoce Luis Gil, responsable de ventas de móviles de Alcatel.

La ley especifica que dentro del coche no se pueden usar las manos en el 'desarrollo de la comunicación'. La duda que surge es si la forma de descolgar la llamada debe ser automática o se puede pulsar el botón del terminal para iniciar la llamada.

Un portavoz de Tráfico asegura que se puede pulsar el botón si no se tiene el teléfono en las manos; es decir, que ha de estar colocado el terminal en una bandeja. No se descarta, de todos modos, que se aclare más este extremo en el reglamento que se va a publicar.

El Ministerio de Ciencia y Tecnología recalca que la homologación de un kit de manos libres atiende al uso del espectro, la capacidad electromagnética y la seguridad eléctrica del aparato. Es Tráfico, en todo caso, quien determina si el uso de un terminal móvil en el coche es o no correcto y no tiene que ver con su homologación que siempre debe existir.

De momento, las tiendas están desabastecidas y no se espera que la situación de suministro se regularice hasta dentro de tres o cuatro meses. Desde noviembre, cuando empezó a hablarse del tema, las ventas se han disparado hasta agotar existencias. Los fabricantes aseguran que no se les avisó antes, con lo cual no han tenido tiempo de reaccionar. El director general de Tráfico, Carlos Muñoz-Repiso, ha anunciado que en breve se pondrá en marcha una campaña de persecución del móvil en los coches e invitará a los policías municipales a hacer lo mismo. Considera que los automovilistas no deberían usar el móvil mientras conducen, incluso con manos libres.

Accesorios a partir de 50 euros

Para la mayoría de teléfonos móviles existen dos formas de hacer una instalación en el coche. Una sencilla, y a la vez económica, que consiste en tener el cableado a la vista, con un micrófono y altavoz externo colgando del salpicadero, un soporte fijo para poner el móvil y la toma de corriente del encendedor del coche. Existen kits para casi todos los modelos de móviles, que los puede instalar el propio usuario o personal poco cualificado. Cuestan entre 50 y 100 euros. Son los que más se demandan en estas semanas. El otro sistema consiste en hacer una instalación profesional con los cables detrás del salpicadero y la toma de corriente directa de la batería. También se puede poner una antena suplementaria para lograr mayor cobertura. Lo caro en este caso es la instalación, ya que puede llevar hasta cuatro horas de personal cualificado, dependiendo de la dificultad de empotrar los cables. Los aparatos cuestan de 100 a 250 euros, pero el importe total puede llegar fácilmente a los 500 euros. Una tercera posibilidad es poner un teléfono fijo en el automóvil. Aquí el precio vuelve a ser elevado porque aparte de la instalación profesional y los componentes se tiene que añadir el propio terminal. Se puede llegar a los 1.000 euros. Algunos coches se pueden comprar con teléfono fijo ya instalado, pero son los de gama muy alta. Normalmente no llevan ni preinstalación porque no se trata de un sistema normalizado, como puede ser el radiocasete del automóvil.

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