El Supremo mexicano ordena investigar la matanza de 1968
La Suprema Corte de Justicia (SCJ) ordenó a la Fiscalía General de la República (PGR) que investigue la matanza de estudiantes mexicanos ocurrida el 2 de octubre de 1968 en la plaza de las Tres Culturas de Ciudad de México, y cuyas últimas responsabilidades aún no han sido determinadas. Es probable que las eventuales conclusiones afecten a destacadas figuras del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que gobernó México durante 71 años y fue derrotado por la oposición conservadora, y Vicente Fox, en las generales del 2 de julio de 2000.
La represión de los estudiantes, y de quienes ...
La Suprema Corte de Justicia (SCJ) ordenó a la Fiscalía General de la República (PGR) que investigue la matanza de estudiantes mexicanos ocurrida el 2 de octubre de 1968 en la plaza de las Tres Culturas de Ciudad de México, y cuyas últimas responsabilidades aún no han sido determinadas. Es probable que las eventuales conclusiones afecten a destacadas figuras del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que gobernó México durante 71 años y fue derrotado por la oposición conservadora, y Vicente Fox, en las generales del 2 de julio de 2000.
La represión de los estudiantes, y de quienes con ellos reclamaban una auténtica democracia en México, fue ejecutada por el Ejército y causó un número indeterminado de víctimas, según la versión oficial, y entre 400 y 500, de acuerdo con el recuento de organizaciones de derechos humanos. Antes de entrar en acción las tropas, un grupo castrense de civil, el Batallón Olimpia, disparó contra la muchedumbre desde las alturas de la plaza. Tlatelolco fue el pandemonio: balazos, carreras, heridos, muertos, detenciones y ataques de nervios. El desaparecido Consejo Nacional de Huelga (CNH), cuyas protestas fueron inspiradas por el mayo francés, denunció la existencia de un delito de genocidio.
Los grupos denunciantes atribuyen al entonces secretario (ministro) de Gobernación, Luis Echeverría, posterior presidente (1970-76), culpas relevantes, pero es probable que la decisión de abrir fuego fuera compartida por varios jefes policiales y militares y personajes de la vida civil. 'Desde arriba hasta abajo, hay que investigar a todos', dijeron portavoces de las familias afectadas. '¿Felicidades? La chinga apenas empieza', reaccionó Ana Ignacia Rodríguez, que participó en la manifestación sofocada a tiros.