EE UU se aleja de la recesión tras crecer un inesperado 0,2% en el cuarto trimestre

Las ventas de automóviles y el gasto público impulsan a la mayor economía del mundo

La economía de EE UU creció un inesperado 0,2% en el último trimestre de 2001, según datos del Departamento de Comercio anunciados ayer. La sorpresa del producto interior bruto (PIB) positivo fue atribuida a las extraordinarias ventas de coches en ese periodo y al incremento del gasto público, el mayor desde 1986, para hacer frente a los ataques del 11 de septiembre. De confirmarse este dato provisional, la primera economía del mundo está saliendo de la recesión. En el conjunto del año, el PIB creció un 1,1%, una notable pérdida con respecto al 4,1% de 2000.

En el tercer trimestre (juli...

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La economía de EE UU creció un inesperado 0,2% en el último trimestre de 2001, según datos del Departamento de Comercio anunciados ayer. La sorpresa del producto interior bruto (PIB) positivo fue atribuida a las extraordinarias ventas de coches en ese periodo y al incremento del gasto público, el mayor desde 1986, para hacer frente a los ataques del 11 de septiembre. De confirmarse este dato provisional, la primera economía del mundo está saliendo de la recesión. En el conjunto del año, el PIB creció un 1,1%, una notable pérdida con respecto al 4,1% de 2000.

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En el tercer trimestre (julio-septiembre), la economía de Estados Unidos cayó un 1,3% y los economistas esperaban un retroceso semejante en el cuarto trimestre. Todos los medios financieros empleaban ayer la palabra 'sorpresa' al comentar el anuncio gubernamental de que el PIB creció un 0,2% en el periodo octubre-diciembre, en medio del cual la Oficina Nacional de Investigación Económica determinó que la recesión había empezado en marzo. Este organismo emplea un amplio abanico de datos para definir la recesión, frente a la convención más generalizada de que se produce recesión cuando hay dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo.

El crecimiento en el cuarto trimestre no sólo ha inyectado una buena dosis de optimismo sobre el futuro, sino que también sembró dudas sobre si la economía estadounidense llegó a estar en recesión. 'Estamos muy bien situados para la recuperación', comentó Diane Swonk, jefa de economistas del Bank One de Chicago, el quinto banco del país. Swonk ha mantenido durante los últimos meses un ánimo positivo, mucho más que otros analistas, y ayer se sentía gratificada. 'Ya casi podemos mirar hacia atrás y hablar de recesioncita, en vez de recesión'.

La ratificación de los datos, cuando dentro de unas semanas Comercio haga el ajuste necesario, significará que el frenazo en la economía estadounidense habrá durado nueve meses, dos menos que el promedio de las recesiones habidas desde la Segunda Guerra Mundial y habrá sido el más suave en todo este tiempo.

El crecimiento del PIB para todo 2001, que queda ahora en el 1,1% positivo, contrasta con el 0,5% de crecimiento negativo de hace una década, último periodo recesivo en Estados Unidos. En estos nueve meses se han perdido 1,4 millones de puestos de trabajo, lo que ha elevado la tasa de paro hasta el 5,8%. Marty Mauro, un economista de Me-rrill Lynch, comentó ayer que podrá hablarse con fundamento del fin de la recesión cuando se recupere el empleo.

Mañana se harán públicas las cifras de desempleo correspondientes a enero, que los analistas esperan para tantear con ellas el fondo de la situación económica. Los expertos señalan, no obstante, que el empleo sigue a la recuperación y no al revés, y que seguirá creciendo unos meses más antes de bajar.

El crecimiento del PIB en el cuarto trimestre fue espoleado por el 5,4% de incremento en el consumo, muy sesgado a la compra de vehículos por la efectiva campaña de promoción de ventas a plazos sin interés en que se volcaron los tres grandes de Detroit (General Motors, Ford y Chrysler) tras los atentados terroristas del 11 de septiembre. El gasto en bienes duraderos, desde electrodomésticos hasta automóviles, se disparó un 38,4% en el cuarto trimestre, la mayor subida en más de 15 años.

Otro notable factor fue el 9,2% de aumento en el gasto público, el mayor desde el tercer trimestre de 1986, como consecuencia del esfuerzo bélico en Afganistán y las inversiones realizadas para reforzar la seguridad interior. Sólo el gasto del Pentágono creció un 9,3%.

El consumo liquidó existencias por valor de 120.600 millones de dólares, la mayor caída trimestral de que hay noticia, al aprovechar los ciudadanos las oportunidades ofrecidas por comerciantes temerosos de quedarse con las estanterías llenas en lo que se presumía debía ser una contención del gasto popular ante la incertidumbre económica.

Optimismo del consumidor

El consumidor estadounidense da muestras de optimismo sobre las perspectivas del empleo y la producción. No sólo ante datos como el de ayer, sino ante otros como los que revelan un incremento superior al esperado de la fabricación de bienes duraderos. 'Aunque la economía no se ha recuperado por completo, parece que ya ha pasado lo peor', comentó Lynn Franco al presentar el sondeo del Conference Board, un organismo privado, sobre la confianza del consumidor. El índice en enero ha subido hasta el 97,3, desde el 94,6 con que cerró el año.

Como con el PIB, es un incremento superior a lo esperado por los expertos y es la primera vez que supera el 97 del septiembre previo a los ataques terroristas del día 11. El dato es positivo porque augura una mayor disposición de los ciudadanos al consumo, factor capital para la salida de la recesión. Una de las sombras del informe de Comercio de ayer fue el dato de que la inversión en plantas y bienes de equipo siguió cayendo, como hizo durante todo el año 2001. En el cuatro trimestre la retracción fue del 12,8%.

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