OPINIÓN DEL LECTOR

El asesinato en Maremàgnum

Wilson P. T., 26 años, inmigrante ecuatoriano en Barcelona, murió en la madrugada del pasado 27 de enero. Según las autoridades y la información de los medios de comunicación fue apaleado salvajemente y arrojado al mar por vigilantes privados del centro comercial y de ocio Maremàgnum, en el puerto de Barcelona.

Una vez más hemos asistido atónitos a una nueva demostración del grado de brutalidad desplegado asiduamente por determinados individuos que, en nombre de la seguridad privada, ejercen sus desafueros con impunidad asombrosa, alentados por la temeraria irresponsabilidad de empresa...

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Wilson P. T., 26 años, inmigrante ecuatoriano en Barcelona, murió en la madrugada del pasado 27 de enero. Según las autoridades y la información de los medios de comunicación fue apaleado salvajemente y arrojado al mar por vigilantes privados del centro comercial y de ocio Maremàgnum, en el puerto de Barcelona.

Una vez más hemos asistido atónitos a una nueva demostración del grado de brutalidad desplegado asiduamente por determinados individuos que, en nombre de la seguridad privada, ejercen sus desafueros con impunidad asombrosa, alentados por la temeraria irresponsabilidad de empresarios que se comportan como capos. En este contexto, el asesinato de Wilson incorpora alarmantes elementos de racismo y xenofobia, que, en el caso de Maremàgnum, han sido denunciados persistentemente por organizaciones antirracistas y defensoras de los derechos humanos. Desde la Asociación Ecuador Llactacaru manifestamos nuestra repulsa e indignación por el asesinato de nuestro compatriota. Queremos expresar a sus familiares y amigos nuestras sinceras condolencias por su muerte, a la par que reclamamos de las autoridades una investigación exhaustiva y la decidida actuación de la justicia.

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