López Mozo gana el Ciudad de San Sebastián de teatro en castellano

El dramaturgo Jerónimo López Mozo (Gerona, 1942) se alzó ayer con el premio Ciudad de San Sebastián de teatro en castellano con Ella se va, una obra en la que aborda el maltrato a las mujeres. El escritor, que tiene en su haber numerosos galardones, entre los que destaca el Premio Nacional de Literatura Dramática de 1998, es un hombre comprometido con 'la solidaridad y la libertad', destacó el portavoz del jurado, Andrés Sorel, quien recordó que en este apartado competían 91 piezas teatrales.

Por su parte, Pantzo Hirigarai, de la localidad vasco-francesa de Baigorri, ganó el prem...

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El dramaturgo Jerónimo López Mozo (Gerona, 1942) se alzó ayer con el premio Ciudad de San Sebastián de teatro en castellano con Ella se va, una obra en la que aborda el maltrato a las mujeres. El escritor, que tiene en su haber numerosos galardones, entre los que destaca el Premio Nacional de Literatura Dramática de 1998, es un hombre comprometido con 'la solidaridad y la libertad', destacó el portavoz del jurado, Andrés Sorel, quien recordó que en este apartado competían 91 piezas teatrales.

Por su parte, Pantzo Hirigarai, de la localidad vasco-francesa de Baigorri, ganó el premio en la modalidad de teatro en euskera con Garatena (En casa de Garat), una 'parodia humorística' de ritmo 'ágil' sobre la vida social y el ambiente que se vive en los pueblos pequeños durante los fines de semana, explicó la representante del jurado, Ana Toledo. Hirigarai, cuya obra competía con otras cinco, ya se hizo con este galardón en 1998.

El Ciudad de San Sebastián de cuento en castellano fue a parar a José Antonio Panero, de Iriepal (Guadalajara), por su trabajo Nitrato de Chile. Se trata de una obra 'con un toque a lo (Mario) Vargas Llosa', pero 'con un estilo propio', en la que el autor relata cómo un grupo de mineros y una dotación del ejército logran que instalen un burdel en medio del desierto chileno, apuntó el portavoz del jurado Alvaro Bermejo.

El cuento mejor escrito

'No es el cuento más imaginativo, pero sí el mejor escrito' de los 841 presentados en castellano en esta edición, subrayó el último ganador del premio de novela Ateneo de Sevilla, quien resaltó asimismo lo 'bien' que el galardonado plasma la soledad del desierto.

El premio en la modalidad de cuento en euskera lleva por título Eguzkiak jotzen duen aldetik (Por donde calienta el sol), y es obra del oñatiarra Jon Aiastui, quien ha competido con otros 29 trabajos. La acción del relato se desarrolla en un psiquiátrico, del que el personaje principal, 'un tanto inquietante', huye varias veces. El autor, en opinión del jurado, intercala 'muy bien' los diálogos y acierta a la hora de perfilar los personajes, de manera que consigue atrapar al lector 'a pesar de la economía de medios propia del cuento', apuntó María José Olaciregui.

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Los premios de teatro están dotados con 9.616 euros (1.600.000 pesetas), mientras que los de cuento conllevan una asignación de 5.409 euros (900.000 pesetas). En ambos casos, y como en años anteriores, se editarán las obras galardonadas.

La edición de este año, en la que recogieron los premios los ganadores de 2001, estuvo marcada por la descalificación de la obra de teatro en castellano premiada inicialmente. Y es que Pater matris, de la sevillana María Carmen Pombero, no pudo llevarse el galardón, porque obtuvo un accésit en los Premios ADE de la Sociedad General de Autores.

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