Rajoy se compromete a abrir seis centros para 1.500 inmigrantes en Canarias

El vicepresidente primero y ministro del Interior, Mariano Rajoy, se comprometió ayer ante el presidente del Gobierno de Canarias, Román Rodríguez, a agilizar 'al máximo' los trámites administrativos de expulsión de todos aquellos inmigrantes con cuyos países exista convenio de extradición, caso de Marruecos y Nigeria, antes de los 40 días fijados por ley, además de acelerar la suscripción de acuerdos similares con otros países de África Occidental. Rajoy aceptó un cupo máximo para las islas de 1.500 inmigrantes y se comprometió a financiar la apertura, antes de este verano, de los seis centro...

El vicepresidente primero y ministro del Interior, Mariano Rajoy, se comprometió ayer ante el presidente del Gobierno de Canarias, Román Rodríguez, a agilizar 'al máximo' los trámites administrativos de expulsión de todos aquellos inmigrantes con cuyos países exista convenio de extradición, caso de Marruecos y Nigeria, antes de los 40 días fijados por ley, además de acelerar la suscripción de acuerdos similares con otros países de África Occidental. Rajoy aceptó un cupo máximo para las islas de 1.500 inmigrantes y se comprometió a financiar la apertura, antes de este verano, de los seis centros de 250 plazas cada uno establecidos por su antecesor, Jaime Mayor, en el Plan Greco, un programa del Ejecutivo central para la regulación de la inmigración.

Los cuatro centros de retención estarían en Lanzarote, Fuerteventura, Gran Canaria y Tenerife, y los dos de acogida, en Gran Canaria y Tenerife. En el caso de Gran Canaria se trataría de adaptar, mejorar y ampliar los dos centros existentes, mientras en Fuerteventura se adaptaría el antiguo cuartel de la Legión hasta la construcción de un edificio a tres kilómetros de la capital, Puerto del Rosario. Una comisión bilateral político-técnica estudiará y decidirá la ubicación de los otros edificios.

Rodríguez comentó al término de la reunión mantenida en La Moncloa que Rajoy había 'compartido totalmente' el análisis y las soluciones planteadas por las autoridades canarias sobre un fenómeno que genera una presión añadida en un territorio 'alejado de Europa, limitado, superpoblado y fragmentado'. Igualmente se produjo un reconocimiento por parte del ministro de que la actitud del delegado del Gobierno para la Inmigración, Enrique Fernández-Miranda, para valorar el caso de Canarias, 'no había sido afortunada'. Fernández-Miranda acusó hace escasas semanas de 'racista a algún consejero del Gobierno canario', en alusión al de Asuntos Sociales, Marcial Morales.