Reportaje:

En auxilio de un hermano

La Diputación gaditana logra ayudas para impulsar la pesca en la ciudad filipina de Cadiz City

No sólo Barbate afronta una crisis pesquera. La ciudad de Cadiz también. La primera población ha perdido el caladero de Marruecos. La segunda, sin acento y situada en la Isla de Negro, en el archipiélago de Filipinas, tiene un caladero muy rico en mariscos y cefalópodos, pero languidece ante las precarias condiciones de la flota y las paupérrimas infraestructuras portuarias y empresariales.

Se trata de Cadiz City, una población de 100.000 habitantes, de origen malayo y que sustenta su economía en la caña de azúcar y en la pesca artesanal en aguas del océano Pacífico. En los próximos mes...

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No sólo Barbate afronta una crisis pesquera. La ciudad de Cadiz también. La primera población ha perdido el caladero de Marruecos. La segunda, sin acento y situada en la Isla de Negro, en el archipiélago de Filipinas, tiene un caladero muy rico en mariscos y cefalópodos, pero languidece ante las precarias condiciones de la flota y las paupérrimas infraestructuras portuarias y empresariales.

Se trata de Cadiz City, una población de 100.000 habitantes, de origen malayo y que sustenta su economía en la caña de azúcar y en la pesca artesanal en aguas del océano Pacífico. En los próximos meses, sus condiciones de vida pueden cambiar gracias a la Diputación de la Cádiz andaluza, que ha obtenido de la Unión Europea un importante programa de ayudas al Tercer Mundo, llamado Asia Urbs, que solicitó para la Cadiz filipina.

El proyecto aprobado por Bruselas, que fue impulsado por la Asociación Española de Ciudades de Pesca, fundada por la Diputación gaditana, pretende impulsar el desarrollo urbano, socio-económico y ambiental de esta ciudad, con el sector pesquero como punto de partida.

Una expedición de especialistas pesqueros gaditanos -asesorada técnicamente por el profesor de la Universidad de Cádiz, Juan Manuel Barragán, experto en gestión de Zonas Costeras, y coordinada por el Centro de Recursos de la Pesca- acudirá la semana próxima a la Isla de Negro para concretar las posibles actuaciones, para las que ya cuentan con una dotación inicial de 23.000 euros (casi 4 millones de pesetas).

Y es que los pescadores de Cadiz City emplean técnicas muy rudimentarias, faenan en precarios botes de 12 metros de eslora -llamados pomp boats-, de los que hay unas 30 unidades, y no manufacturan o transforman el pescado. Las capturas sólo tienen dos posibles salidas: la venta inmediata o el secado del pescado.

El objetivo es ampliar las posibilidades de estos trabajadores del mar, que son aborígenes de características similares a los bosquimanos -pequeña estatura y color negroide- Las medidas irán dirigidas fundamentalmente a dotar al sector pesquero, muy deprimido, de una mejor flota y más modernas instalaciones portuarias, así como formar a los pescadores, crear una lonja, y, de paso, favorecer la integración de la mujer.

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El presidente de la Diputación de Cádiz, Rafael Román, explicó que otras actuaciones persiguen crear equipamientos industriales orientados a la creación de fábricas de conservas o implantar empresas dedicadas a la acuicultura.

Como en la Cádiz andaluza, el carnaval es una de las principales fiestas de Cadiz City.ENCARNACIÓN DÍAZ

Lazos históricos

Cadiz City es una de las nueve ciudades repartidas por el mundo -seis en América, una en Venezuela y otra en Guinea- que comparten el mismo nombre con la capital gaditana. No son fácilmente localizables en un mapa, pero guardan con la Cádiz fenicia, la ciudad más antigua de Occidente, innumerables lazos históricos y afectivos. Estas relaciones estrechas se acentúan en el caso de esta localidad filipina, que fue fundada en 1861 por un funcionario de la Corona española, el Marqués de Valdivieso, que había sido nombrado Gobernador de la Isla de Negro. Antes de partir al archipielago filipino, este comerciante tuvo que esperar varios meses en Cádiz hasta que zarpara su barco. En este periodo, se enamoró de una gaditana, Rosario Bermúdez de Castro, con la que contrajo matrimonio. En homenaje a su esposa, fundó Cadiz City, situada en el extremo sur de la Isla de Negro. Asimismo, llamó Columela a un barrio de esta población en honor a la popular calle del municipio andaluz, donde había nacido y vivía su mujer. Aunque el idioma castellano se está perdiendo, aún hay muchos elementos que recuerdan la presencia española. De hecho, allí viven los agustinos recoletos, orden religiosa que persiste como último reducto de la población española. En Cadiz City también hay una fiesta de carnaval, llamada Ati-athian, e incluso un concurso de agrupaciones, aunque no compiten en cante, letras o ironía sino en danzas y bailes. Las aficiones deportivas son, con todo, muy dispares: las pasiones se desatan con las peleas de gallos. Los nativos son muy religiosos -cristianos-, presumen de tener ascendencia española -está bien visto socialmente- y son tremendamente hospitalarios. En una reciente visita del Servicio de Vídeo de la Diputación gaditana, el Ayuntamiento los recibió en pleno y la población fue convocada a la entrega de la llave de oro de la ciudad a una expedición de trabajadores que iba a grabar imágenes del lugar. Estas secuencias aparecen en el capítulo Sin acento de Cádiz de la serie documental La Vuelta al Mundo en 80 Cádiz. Los autores de esta obra fueron los portadores de una carta de saludo de la alcaldesa Teófila Martínez, que fue contestada por el alcalde filipino. Este primer encuentro ha sido el germen de los trámites para hermanar ambas ciudades y para que la Diputación solicitase las ayudas pesqueras que, una vez concedidas, acercarán más estas dos poblaciones.

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