Reportaje:

Se busca joven solidaria

La demanda de óvulos comienza a superar las donaciones

En Andalucía hay alrededor de 2.000 parejas con problemas de esterilidad que buscan solución a su problema en las clínicas de reproducción asistida. De ellas, entre 150 y 200 requieren que una mujer les ceda un óvulo para ver cumplido su deseo de ser padres. Esta necesidad de donación, crucial para estas parejas y perfectamente regulada por la ley, aumenta cada año en proporción superior a las donaciones. La mayoría de los centros de reproducción asistida privados de la comunidad tienen en marcha desde hace algunos años campañas de búsqueda de donantes que se llevan a cabo, principalmente, en ...

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En Andalucía hay alrededor de 2.000 parejas con problemas de esterilidad que buscan solución a su problema en las clínicas de reproducción asistida. De ellas, entre 150 y 200 requieren que una mujer les ceda un óvulo para ver cumplido su deseo de ser padres. Esta necesidad de donación, crucial para estas parejas y perfectamente regulada por la ley, aumenta cada año en proporción superior a las donaciones. La mayoría de los centros de reproducción asistida privados de la comunidad tienen en marcha desde hace algunos años campañas de búsqueda de donantes que se llevan a cabo, principalmente, en las universidades.

La donación anónima de óvulos es la técnica de reproducción asistida con mayor estadística de éxito (entre un 50% y un 60%, según la Sociedad Española de Fertilidad) ya que, entre otras cosas, la ley reduce el ámbito de las donantes a mujeres sanas entre 18 y 35 años. Por ello, entre los distintos modos de captación de donantes, las clínicas privadas acuden a las facultades y centros universitarios en busca de posibles donantes. Las destinatarias de esta solidaridad son mujeres a las que se les han extirpado los ovarios por algún tumor, a las que no les funcionan estos órganos correctamente, o a las que no tienen garantías de tener un hijo sano porque tienen alguna enfermedad hereditaria que pudieran transmitir a sus futuros bebés. Para estas mujeres, la única solución es que otra mujer les ceda algunos de sus óvulos que, fecundados por los espermatozoides de su marido, harán posible que puedan ser madres.

El Centro de Reproducción Asistida de la Clínica Inmaculada de Granada tiene en marcha este programa de donación de óvulos desde hace tres años. Según su responsable, el doctor Francisco González Gómez, por su clínica han pasado una treintena de jóvenes dispuestas a donar sus óvulos. Según González Gómez, aunque las listas de espera no son muy grandes, la donación está ligeramente por debajo de las necesidades reales. El doctor González reconoce que la mayor parte de las donantes proceden de las facultades biosanitarias y no se enfrentan a la donación por primera vez. 'Son jóvenes con cultura de donación que ya han donado antes', dice el doctor.

El doctor Manuel Martínez Moya, responsable de la Clínica malagueña Gutemberg de Reproducción Asistida, insiste en la necesidad de hacer una intensa campaña para atraer donantes. 'Es un acto de solidaridad y altruismo como se pueden hacer pocos'. Martínez Moya tiene una lista de espera de menos de seis meses en la actualidad pero cree necesario un empuje a las campañas en busca de donantes o, en poco tiempo, la espera irá a más por falta de óvulos. Por ello, Martínez tiene previsto en breve llevar no sólo a las universidades sino a anuncios de prensa su campaña en busca de donantes.

Francisco González realiza una ecografía a una donante de óvulos en Granada.MARÍA DE LA CRUZ

Dificultades en la medicina pública

Ni el doctor González ni el doctor Martínez consideran que en la donación de óvulos esté implicado problema moral alguno. No es el caso de algunas personas que, con reparos morales contra esta técnica, pasan de cuando en cuando por las facultades quitando los carteles que solicitan donantes. No sólo existe el recurso a las aulas universitarias en busca de donantes. Hoy, además del recurso a las aulas universitarias, otra fuente de donación son los óvulos sobrantes de las propias mujeres que se someten a fecundaciones in vitro. El carácter de estas donaciones ha de reunir, por la ley de Reproducción Asistida de 1998, varias características imprescindibles: ha de ser altruista, anónima y de mujeres entre 18 y 35 años. Es decir, los óvulos deben proceder de mujeres jóvenes, que no se van a lucrar con su solidaridad y que no saben a quién se les implantará su donación. La donación de óvulos no es como la de sangre, de entrar y salir en tres minutos con un bocadillo. El proceso es algo más complicado y puede llevar dos o tres semanas. En realidad, la donante ha de someterse a un proceso de estimulación ovárica similar al de las mujeres que se someten a fertilización in vitro. Por ello, para compensar estas molestias, se ha previsto una 'gratificación' de 600 euros (100.000 pesetas) por donación. La donación de semen está gratificada con bastante menos: 30 euros (5.000 pesetas). Frente a la veintena de centros privados que ofrecen la posibidad de donar óvulos, la donación es un hecho escasamente utilizado en los hospitales públicos. En Andalucía, tres centros del Servicio Andaluz de Salud ofrecen técnicas de reproducción asistida pero sólo uno, el Carlos Haya de Málaga, permite la donación de óvulos y su posterior implante en mujeres que lo necesiten. Según el responsable del programa, el doctor Ignacio Cano, una de las razones para la escasez de estos programas en estos hospitales públicos radica en que la Administración central no ha instrumentado las medidas necesarias para poder ofrecer la gratificación de 600 euros para cada donante que sí se ofrece en las clínicas privadas. En el Carlos Haya sólo se recurre a óvulos sobrantes de mujeres en programas de fertilidad.

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