Rebajas con dos monedas y cuatro precios

Las rebajas de invierno se iniciaron ayer oficialmente en la Comunidad y se prolongarán hasta el 9 de marzo. Esta temporada de rebajas es la primera que se realiza con euros, aunque la convivencia de las dos monedas se alargará prácticamente durante toda la campaña.

Dos monedas, cuatro precios y unas previsiones de consumo más modestas que otros años, marcaron el inicio de esta campaña. La Confederación Valenciana de Comercio (Covaco) estima que el consumo se incrementará en estas rebajas en torno a un 5% sobre las anteriores, frente a un aumento del 12% registrado el año pasado. El sec...

Las rebajas de invierno se iniciaron ayer oficialmente en la Comunidad y se prolongarán hasta el 9 de marzo. Esta temporada de rebajas es la primera que se realiza con euros, aunque la convivencia de las dos monedas se alargará prácticamente durante toda la campaña.

Dos monedas, cuatro precios y unas previsiones de consumo más modestas que otros años, marcaron el inicio de esta campaña. La Confederación Valenciana de Comercio (Covaco) estima que el consumo se incrementará en estas rebajas en torno a un 5% sobre las anteriores, frente a un aumento del 12% registrado el año pasado. El secretario general de Covaco, Rafael Lluch, explicó esta previsión por la detección de un retraimiento en el consumo. Curiosamente, comentó, el euro se ha convertido en un 'aliciente' para el consumo porque el hecho de que el consumidor utilice en muchos casos los comercios como oficinas de cambio obliga al tiempo a comprar artículos. Lluch también recordó que muchos comerciantes carecen de suficiente cambio y recordó que el día 15 las entidades financieras 'aprovisionarán' de nuevo de esta moneda a los comercios. Poco optimista fue el presidente de la asociación comercial Corazón de Alicante, José María Albert, quien ayer calificó las expectativas de 'nada positivas' por el cambio de moneda y el mal tiempo.

La jornada de ayer tuvo afluencia aunque sin aglomeraciones. Varios comerciantes del centro de Valencia esperaban menor afluencia de público y en algunos establecimientos las colas cruzaban la tienda. También mostraban su sorpresa por el aumento en los pagos en euros. El uso de las tarjetas parece mantenerse en el mismo nivel. Aún así, el euro todavía parece ser un elemento extraño para el consumidor. 'La ignorancia es bastante alta', comenta el responsable de una zapatería, al tiempo que explica que en general el cliente 'se deja llevar' y confía en que la profesionalidad del comercio. El comerciante cree que hay otra razón que explica que el consumidor no suela cuestionar el precio ni el cambio: 'El español por naturaleza no quiere parecer tonto delante de nadie'.

Por supuesto, también hay quien usa las rebajas para deshacerse de las pesetas. Como Loli y Cristina, dos estudiantes de 19 años, que ayer utilizaron la mañana en gastar sus estrenas en ropa. O como Loli, que a las 11.00 ya recorría con su madre las tiendas cargada con 'más de lo que quería'.