Pakistán anuncia la detención de 240 saudíes
Pakistán continúa sus esfuerzos para demostrar que su alineamiento en la guerra contra el terrorismo no ha sido coyuntural. Prueba de ello es la detención de 240 saudíes que intentaban huir de Afganistán a raíz de la caída de los talibanes y que anunció ayer el ministro paquistaní de Interior, Moinuddin Haider. Además, el Gobierno de Islamabad acaba de sellar un pacto con los líderes tribales de la región fronteriza con Afganistán para que colaboren en la captura de inflitrados y no les presten asistencia si cruzan la demarcación, explica a EL PAÍS una fuente oficial.
'Hemos detenido a ...
Pakistán continúa sus esfuerzos para demostrar que su alineamiento en la guerra contra el terrorismo no ha sido coyuntural. Prueba de ello es la detención de 240 saudíes que intentaban huir de Afganistán a raíz de la caída de los talibanes y que anunció ayer el ministro paquistaní de Interior, Moinuddin Haider. Además, el Gobierno de Islamabad acaba de sellar un pacto con los líderes tribales de la región fronteriza con Afganistán para que colaboren en la captura de inflitrados y no les presten asistencia si cruzan la demarcación, explica a EL PAÍS una fuente oficial.
'Hemos detenido a un cierto número de árabes afganos que han cruzado la frontera desde Afganistán. Hay 240 saudíes, así como yemeníes y otros árabes. Están siendo interrogados', declara el general Haider, en una entrevista publicada ayer en el diario saudí Okaz. El ministro asegura que su país va a entregar a EE UU a todos los que pertenezcan a Al Qaeda.
Los 'árabes afganos' son musulmanes, en su mayoría árabes pero no siempre, que llegaron a Afganistán en los años ochenta para luchar contra la ocupación soviética. Agrupados bajo el paraguas de Al Qaeda han constituido uno de los pilares del régimen talibán.
EE UU ha presionado a Pakistán para que no permita el paso a su territorio de ninguno de esos militantes, entre los que se encuentra el hombre más buscado del mundo, Osama Bin Laden. El Ejército paquistaní se ha desplegado en la frontera y ante la imposibilidad de enviar nuevos efectivos por la actual crisis en Cachemira, las autoridades sellaron la semana pasada un pacto con los líderes tribales para que les ayuden a controlar los 2.000 kilómetros colindantes con Afganistán.