Crítica:LOS MEJORES LIBROS DE 2001

Una piel tan frágil

Ingrid Caven

Jean-Jacques Schuhl (Seix Barral)

En lo que se refiere al ámbito francés, la novela más definitiva del año ha sido Ingrid Caven, con la que Jean-Jacques Schuhl clausura un silencio editorial de treinta años. La novela narra la vida de la actriz Ingrid Caven, esposa de Rainer Werner Fassbinder, a través de una serie de recuerdos que se deslizan como emulsiones más o menos violentas. Ingrid Caven, que de niña tenía la piel tan frágil y tan enferma como la de Marcel Proust, nos hace sentir el dolor de su propia historia como una revelación sobre el ...

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Ingrid Caven

Jean-Jacques Schuhl (Seix Barral)

En lo que se refiere al ámbito francés, la novela más definitiva del año ha sido Ingrid Caven, con la que Jean-Jacques Schuhl clausura un silencio editorial de treinta años. La novela narra la vida de la actriz Ingrid Caven, esposa de Rainer Werner Fassbinder, a través de una serie de recuerdos que se deslizan como emulsiones más o menos violentas. Ingrid Caven, que de niña tenía la piel tan frágil y tan enferma como la de Marcel Proust, nos hace sentir el dolor de su propia historia como una revelación sobre el verdadero contenido de la soledad.

El cinturón del ogro

Rachid Mimouni (Casiopea)

Siguiendo en el ámbito de la lengua francesa, pero apuntando hacia el Magreb, destacamos el libro de relatos de Rachid Mimouni El cinturón del ogro, libro admirable que revela la capacidad que tiene este escritor para desvelar la trama más íntima y más viciada de la gramática del poder: una gramática que exige continuamente el doble lenguaje y la doble moral, y que justamente por eso es incapaz de soportar el mínimo indicio de transparencia.

Nieve

Maxence Fermine (Anagrama)

Para terminar mentaré Nieve, de Maxence Fermine, una narración breve que tiene la densidad de una novela y que incluye una meditación sobre el lenguaje y sobre el intento de convertirlo en verdadero mediador entre el viviente y la vida: el lenguaje entendido como algo que nos conduce a la profundidad de lo real y no como algo que oculta esa profundidad.

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