Los deportistas, entre los grandes afectados
El temporal afectó de pleno al mundo del deporte, que vivió todo tipo de contratiempos: expediciones que no pudieron llegar a su punto de destino, equipos que quedaron atrapados, otros que, angustiados por no perder sus partidos por incomparecencia, probaron fortuna con casi todos los medios a su alcance, autocar, tren o avión y, en fin, la suspensión de miles de encuentros, bien porque los terrenos de juego no se encontraban en condiciones, bien porque algunos de los contendientes no pudo presentarse a la hora del inicio. En la federación catalana de fútbol se contabilizó la suspensión de más...
El temporal afectó de pleno al mundo del deporte, que vivió todo tipo de contratiempos: expediciones que no pudieron llegar a su punto de destino, equipos que quedaron atrapados, otros que, angustiados por no perder sus partidos por incomparecencia, probaron fortuna con casi todos los medios a su alcance, autocar, tren o avión y, en fin, la suspensión de miles de encuentros, bien porque los terrenos de juego no se encontraban en condiciones, bien porque algunos de los contendientes no pudo presentarse a la hora del inicio. En la federación catalana de fútbol se contabilizó la suspensión de más de 1.500 encuentros.
De los inconvenientes del temporal no se libró nadie, ni el Barça, que tuvo que viajar a Villarreal en avión después de comprobar la imposibilidad de hacerlo en autocar o en tren, ni los millares de equipos de categorías inferiores, ni tampoco el Joventut, que tuvo que aplazar el partido de la Liga ACB de baloncesto que tenía que enfrentarle ayer por la mañana al Lleida. El Joventut intentó llegar el sábado a Lleida por dos veces en autocar. Por la mañana tuvo que dar media vuelta. Reservó billetes para trasladarse en tren, pero todos los trayectos fueron cancelados. Volvió a intentarlo en autocar, pero quedó atrapado por la nieve a la altura de El Pla de Santa Maria (Valls). Tras una espera en la que la temperatura exterior era de menos cinco grados, la expedición regresó a Badalona en vehículos cuatro por cuatro, 14 horas después de haber iniciado el viaje. Fue sólo un ejemplo de los muchos contratiempos que se vivieron en Cataluña y en Andorra.