Columna

Globalización y Naciones Unidas

Después del desastre de septiembre se ha demostrado la resistencia de la globalización. El bajón económico general ha hecho que la mayor parte del planeta se una, no sólo para dar caza a los terroristas, sino también para reforzar la cooperación mundial. Varios acontecimientos permiten albergar la esperanza de que la comunidad internacional se fortalezca, con los consiguientes beneficios económicos.

En primer lugar, más de 100 países se han reunido en Marraquech (Marruecos) para ultimar un acuerdo extraordinario de Naciones Unidas para limitar el cambio climático del planeta. Acordaron ...

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Después del desastre de septiembre se ha demostrado la resistencia de la globalización. El bajón económico general ha hecho que la mayor parte del planeta se una, no sólo para dar caza a los terroristas, sino también para reforzar la cooperación mundial. Varios acontecimientos permiten albergar la esperanza de que la comunidad internacional se fortalezca, con los consiguientes beneficios económicos.

En primer lugar, más de 100 países se han reunido en Marraquech (Marruecos) para ultimar un acuerdo extraordinario de Naciones Unidas para limitar el cambio climático del planeta. Acordaron reducir las emisiones de gases que producen el efecto invernadero para frenar el proceso de recalentamiento del planeta.

En la reunión de Qatar, tras años de protestas, los países del mundo han preferido el comercio al proteccionismo

En segundo lugar, la comunidad internacional ha dado la bienvenida a China como miembro de la Organización Mundial de Comercio. China se ha unido de nuevo a la comunidad mundial como nación soberana cooperadora, estable y poderosa, y será una de las grandes potencias comerciales en los próximos años.

En tercer lugar, más de 140 países han acordado en Doha (Qatar) establecer una nueva ronda de negociaciones comerciales. Tras años de protestas, los países del mundo han preferido el comercio al proteccionismo. Es importante que los países en vías de desarrollo hayan obtenido concesiones en el acceso a medicamentos y que hayan presionado para que los países ricos prometan modificar sus políticas proteccionistas y que éstos hayan aceptado.

En cuarto lugar, la guerra en Afganistán no sólo ha avanzado con rapidez, sino que ha conducido a una solución diplomática en la que la ONU va a desempeñar un papel central en la restitución de un Gobierno estable en Afganistán y en la coordinación de la ayuda humanitaria. El papel cada vez mayor que la ONU desempeña aquí pone el sello del Derecho Internacional y la diplomacia en la lucha contra el terrorismo.

Estos sorprendentes avances proporcionan un solo mensaje: la comunidad internacional está encontrando nuevas formas de cooperación, incluso con el telón de fondo del terrorismo y la recesión. El papel cada vez mayor de las instituciones internacionales incluidas en el paraguas de la ONU hace confiar en que las disensiones se puedan solucionar de manera pacífica, con significativas aportaciones de los expertos científicos, como en el caso del tratado sobre el cambio climático. Ningún país quiere quedarse fuera de este proceso planetario. La entrada de China en la OMC será seguida, a buen seguro, por la de Rusia.

Especialistas y observadores políticos debaten si la globalización es un fenómeno real o un lema; si es beneficiosa o perjudicial, y si es un proceso frágil o sólido, con probabilidades de fortalecerse. Yo creo que es una fuerza poderosa y en general positiva. Permite que los países se beneficien del aumento del comercio internacional, así como de la difusión más rápida de las tecnologías, y permite esperar que haya menos conflictos. Los acuerdos de noviembre indican que la mayor parte del mundo está dispuesta a aportar recursos políticos para que el proceso tenga éxito.

Por supuesto, la globalización requiere gobierno y normas internacionales. No puede ser una partida de ricos contra pobres. Por lo tanto, la preeminencia de las instituciones de la ONU en tantos acontecimientos es notable. La ONU ha demostrado su valor en la gestión del medio ambiente mundial, en el comercio internacional, en la formación y reconstrucción estatal y en la ayuda humanitaria. Los organismos de Naciones Unidas tendrán un papel esencial en años futuros para ayudar a los países empobrecidos de África (y de otras partes del mundo) a obtener mayores beneficios de la globalización.

Este mes ha sido un adecuado preludio a la feliz ocasión cuando el pasado jueves el secretario general de la ONU, Kofi Annan, y la propia Organización de Naciones Unidas compartieron el Nobel de la Paz de este año. El premio es una justa medida del papel que la ONU desempeña ahora y deberá seguir desempeñando a la hora de promover con éxito una globalización pacífica.

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