Argentina cierra la ventanilla

La restricción de los ciudadanos a sus depósitos bancarios evita, de momento, la suspensión de pagos pero acrecienta las dificultades de las pequeñas y medianas empresas

El Gobierno argentino ha admitido que su país camina 'por el filo angosto de una navaja'. Y, de momento, no se ha cortado. La limitación a los ciudadanos para que puedan acceder a sus depósitos bancarios -sólo pueden sacar de las entidades 1.000 dólares al mes- ha conseguido salvar al país de la suspensión de pagos, aunque muchos analistas piensan que se trata de un acto desesperado para evitar la quiebra del sistema ba...

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La restricción de los ciudadanos a sus depósitos bancarios evita, de momento, la suspensión de pagos pero acrecienta las dificultades de las pequeñas y medianas empresas

El Gobierno argentino ha admitido que su país camina 'por el filo angosto de una navaja'. Y, de momento, no se ha cortado. La limitación a los ciudadanos para que puedan acceder a sus depósitos bancarios -sólo pueden sacar de las entidades 1.000 dólares al mes- ha conseguido salvar al país de la suspensión de pagos, aunque muchos analistas piensan que se trata de un acto desesperado para evitar la quiebra del sistema bancario y una prolongación de la agonía.

Hace ya años que Argentina está inmersa en la crisis. 'Pero ninguna ha sido como ésta', dice Santiago, un emigrante español dueño de una tienda de ultramarinos en Buenos Aires que ahora sólo piensa en regresar a España, 35 años después. Mientras los analistas debaten la bondad de la última medida del Gobierno, los pequeños comercios, los restaurantes, en fin, los pequeños y medianos empresarios, sortean todos los días la ruina. El lunes y martes, las ventas de los comercios cayeron la mitad, pese a las rebajas del 50% si el pago se hacía en efectivo.

La restricción del acceso a los depósitos, que entró en vigor el pasado día 3, para algunos está frenando la economía y profundizando la crisis, pero, para otros, está poniendo orden en el caos. De momento, está bancarizando el país. Según cálculos del mercado, en los tres días posteriores a la implantación de la medida se abrieron 100.000 cuentas corrientes y podrían llegar al millón en un mes, un dato muy significativo si se tiene en cuenta que en Argentina sólo 14 de sus 36 millones de habitantes mantiene una relación bancaria.

Lo que pocos dudan es que, aunque se evite la suspensión de pagos, la devaluación está en puertas. 'Es una probabilidad del 99,5%', dicen fuentes financieras españolas radicadas allí. Advierten, sin embargo, que no cundirá el pánico porque los depósitos se han garantizado y se han empezado a convertir en dólares.

La Bolsa argentina, mientras, ha acogido las medidas del Gobierno con fuertes ganancias. El índice Merval del mercado bonaerense ha cerrado la semana con una subida del 20,1%. Y es que el parqué se ha convertido en un refugio para los desesperados ahorradores argentinos: a falta de dólares, la Bolsa es el mejor lugar donde guardar el dinero. Las compañías españolas con presencia en Argentina, como BBVA, SCH, Telefónica o Repsol YPF, también han cerrado la semana con subidas.

Un grupo de parados, de los 2,5 millones que hay en Argentina, se apuntan para encontrar empleo

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