Sanidad rebajará el precio de referencia de 88 medicamentos

La orden ministerial permitirá ahorrar 27.000 millones en la factura de fármacos

El Ministerio de Sanidad no ha perdido el tiempo. Un año después de la entrada en vigor del decreto que fijaba el precio máximo subvencionado (el llamado precio de referencia) a 114 especialidades farmacéuticas, el departamento de Celia Villalobos ha preparado su revisión. La medida supondrá una bajada de precios en 88 de las familias de medicamentos. El ahorro calculado por la patronal Farmaindustria -y que Sanidad considera aproximado a falta de que la orden se firme- rondará los 27.000 millones de pesetas en la factura sanitaria, un gasto que en 2000 se situó en 1,2 billones.

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El Ministerio de Sanidad no ha perdido el tiempo. Un año después de la entrada en vigor del decreto que fijaba el precio máximo subvencionado (el llamado precio de referencia) a 114 especialidades farmacéuticas, el departamento de Celia Villalobos ha preparado su revisión. La medida supondrá una bajada de precios en 88 de las familias de medicamentos. El ahorro calculado por la patronal Farmaindustria -y que Sanidad considera aproximado a falta de que la orden se firme- rondará los 27.000 millones de pesetas en la factura sanitaria, un gasto que en 2000 se situó en 1,2 billones.

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Prácticamente el 80% de las especialidades para las que Sanidad había fijado un precio máximo subvencionado el año pasado (aquél que el Sistema Nacional de Salud está dispuesto a financiar, pagando parte del importe si se trata de una receta normal, o la totalidad en el caso de los pensionistas) deberán bajar su precio. Si un usuario quiere adquirir un fármaco del mismo grupo (los que tienen la misma composición y presentación) pero más caro, deberá pagar la diferencia.

El descenso ronda el 10%, aunque puede llegar al 22,7% del carboplatino (el más caro de los incluidos en la lista y que se usa en los hospitales para tratar algunos tipos de tumores), o al 37,5% que ha bajado en un año el protector gástrico omeprazol (incluyendo una rebaja por decreto del 15% en verano). La caja de 14 cápsulas de 20 miligramos ha pasado de 24,71 a 15,44 euros.

Apenas ocho grupos homogéneos subirán. Entre ellos están un medicamento contra el ácido úrico (el alopurinol de 100 miligramos, cuya caja de 100 comprimidos pasará de 3,19 euros a 3,43 euros); uno para bajar la tensión, el captoprilo (de 12,57 a 13,24 euros); el diclofenaco, que se usa contra la artritis reumatoide (de 3,32 a 3,55 euros) y un antiulceroso (la ranitidina, que subirá de 1,95 a 2,09 euros). El que más se encarecerá será un antiinflamatorio, la caja de 20 cápsulas de 20 miligramos de piroxicam (de 4,54 a 5,35 euros, un aumento del 17,8%).

Nuevas incorporaciones

Entre las especialidades que tendrán por primera vez un precio máximo subvencionado están algunas presentaciones de la amoxicilina, un antibiótico muy usado, el analgésico ibuprofeno y la caja de 28 comprimidos de omeprazol. Otros 23 medicamentos con marca bajan también (ver gráfico). Estos productos se encuentran entre los más vendidos y, aunque no tienen un genérico que sea exactamente su bioequivalente, se parecen mucho a alguna de las formulaciones para las que sí existe un precio máximo subvencionado.

Estas 23 presentaciones se añaden a las más de 100 que ya fijó el Real Decreto 12/1999 del 13 de julio de Medidas urgentes para la contención del gasto farmacéutico en el Sistema Nacional de Salud. Entre ellas están otras formas del omeprazol, como el Audazol o el Omapren, antibióticos como el Amoxaren o el antihipertensivo Progandol.

Fuentes de Sanidad informaron a este periódico de que el decreto se hallaba 'muy avanzado', y que ya se había remitido al Consejo de Estado para que éste diera su aprobación. Después, lo tendrá que aprobar el Consejo de Ministros. Por último, el proyecto prevé un periodo de tres meses para que los laboratorios etiqueten los productos con los nuevos precios. Ello da una fecha aproximada de finales de marzo o principios de abril para que la nueva lista de precios entre en vigor.

Para establecer el precio de referencia de cada grupo homogéneo de medicamentos se toman los más baratos, hasta que se consigue un conjunto que suponga el 20% o más de la cuota de mercado en unidades, y se calcula la media ponderada de su precio. Es decir, si de un producto se venden un millón de cajas al año, se consideran las especialidades más baratas de los diferentes laboratorios, hasta que se llega a un total de ventas de 200.000 unidades. Luego, se calcula el precio como una media en la que el valor de las marcas que más venden pesa más.

La revisión anual de los valores de referencia estaba incluida en el decreto. Pese a ello, fuentes de algunos laboratorios manifestaron su malestar por la decisión. 'A medida que más fabricantes venden productos por debajo de este máximo, los precios de referencia pueden seguir bajando', manifestaron. 'De esta manera, los grandes laboratorios pueden echar del mercado a los más pequeños, que no pueden competir en un mercado en el que los precios no sólo no suben lo que el IPC, sino que, además, bajan'.

Entre quienes se sienten más perjudicados están los fabricantes de genéricos, medicamentos que pueden producirse más baratos porque no pagan patentes a los laboratorios que los descubrieron. 'El decreto de precios de referencia no está pensado para favorecer a los genéricos', señalan, 'sino para reducir la factura farmacéutica'.

Los datos de Sanidad y el Colegio Oficial de Farmacéuticos coinciden en que el consumo de genéricos se ha estancado alrededor del 5% del total de la facturación del Sistema Nacional de Salud. En países como Alemania y Reino Unido, representan más del 50% del gasto en medicamentos. Y ello pese a que el número total de genéricos ya pasa de los 1.000, 500 más que el año pasado.