OPINIÓN DEL LECTOR

Jiménez de Parga

El editorial de EL PAÍS del 18 de noviembre (Injusticia de emergencia) y la viñeta de Máximo son buenas expresiones de la inquietud que despiertan en los que nos sentimos demócratas y creemos que los derechos humanos deben respetarse, las inauditas medidas del presidente de EE UU, seguidas por el primer ministro británico, con el pretexto del terrorismo. Detenciones sin control judicial, juicios militares secretos, ejecuciones sumarias sin publicidad y otras infamias.

En este sentido es muy preocupante que el nuevo presidente del Tribunal Constitucional, al que no creía hasta ...

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El editorial de EL PAÍS del 18 de noviembre (Injusticia de emergencia) y la viñeta de Máximo son buenas expresiones de la inquietud que despiertan en los que nos sentimos demócratas y creemos que los derechos humanos deben respetarse, las inauditas medidas del presidente de EE UU, seguidas por el primer ministro británico, con el pretexto del terrorismo. Detenciones sin control judicial, juicios militares secretos, ejecuciones sumarias sin publicidad y otras infamias.

En este sentido es muy preocupante que el nuevo presidente del Tribunal Constitucional, al que no creía hasta ahora un demócrata sin doblez, nos salga con declaraciones en las que alaba sin pudor semejantes medidas, e incluso se felicite de que no se oponga a las mismas ningún lehendakari de Oklahoma, expresando así, por si fuese poco todo lo dicho, su menosprecio al presidente del Gobierno vasco, en un delicado momento en que es lo que menos necesitamos. Absolutamente lamentable.

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